De pie ante el imponente Complejo Petroquímico Ana María Campos, ubicado en los Puertos de Altagracia, estado Zulia, el comandante Chávez preside la inauguración de la Planta de 1-Buteno. «Acá estamos, en este portento de obra, en este portento de capital que la Revolución recuperó».
«Esto estaba en el suelo, era el antiguo Tablazo. En 1998, producto del plan capitalista, habían desmantelado varias plantas». El Presidente se muestra complacido y avanza a paso firme por las instalaciones. «Estaban empaquetando todo esto para regalarlo a la burguesía criolla y al capital transnacional», agregó.
Entiende el presidente Chávez la importancia de resaltar la buena nueva que representa la inauguración de esta obra, que producirá 1-Buteno suficiente para cubrir la demanda a nivel nacional y permitirá el ahorro de 87 millones de dólares en importaciones. «Es la Revolución que llega con lo nuevo, con un nuevo proyecto de desarrollo».
«Estamos entrando en una nueva fase de la petroquímica, ¡es la revolución petroquímica!», exclamó Chávez, quien enseguida tomó un marcador para graficar el avance de la producción de los derivados de la petroquímica desde el triunfo de la Revolución Bolivariana. «En 1998 ascendía a 200 mil toneladas métricas al año ¡y venía palo abajo! Esta planta va a producir 600 mil toneladas métricas al año para 2016».
Pasó revista a los diversos productos que genera la petroquímica, lo que incluye la infinita gama de artículos hechos de plástico. Enseguida, mapa en mano, grafica el potencial de exportación de todos estos productos al Mercado Común del Sur (Mercosur). «Sueño con el día en que nosotros podamos primero suplir todo el consumo nacional de este tipo de plástico y posteriormente exportar».
Chávez finalmente arribó al set destinado para dirigir unas palabras al pueblo venezolano. Lo reciben trabajadores del Batallón Petroquímico, egresados de la Universidad Bolivariana de Venezuela, con una consigna: «¡Alerta, alerta, alerta que camina Hugo Chávez Frías por América Latina!».
Recibe muestras de productos derivados de la uva fabricados por Corpozulia, entre los que se incluye vino, sangría y Juvita, bebida a base de jugo de uva. «¡Compre Juvita!, sólo que no la conseguirá en el mercado porque la producción es muy bajita», bromeó Chávez para denunciar la feroz competencia de las transnacionales de refrescos.
A través de un pase al municipio La Cañada, vía satélite Simón Bolívar, inauguró la planta termoeléctrica de Bajo Grande, donde el ministro del Poder Popular para la Energía Eléctrica, Héctor Navarro, preside el acto e informa que aportará 100 megavatios al sistema eléctrico nacional. «La estrategia que la burguesía utiliza es tapar lo bueno que hace la Revolución», aprovechó para denunciar el presidente Chávez, quien destacó que por ello la importancia de las cadenas de radio y televisión.
«Las televisoras burguesas no transmiten estos actos nuestros. La mayor parte de las televisoras, radios y periódicos están en manos de la burguesía. Por ello la importancia de las televisoras comunitarias, es la democratización de la comunicación», añadió.
Un nuevo pase, esta vez para la Gran Misión Vivienda Venezuela en San Rafael del Moján, municipio Mara del estado Zulia, donde se entregan 94 nuevas viviendas del desarrollo habitacional Los Médanos. «Hemos entregado más de 20 mil viviendas entre 2011 y 2012, ese era el promedio de la IV República al año ¡y vaya qué viviendas!: ¡las cajitas de fósforos! Vamos a llegar a 40 mil viviendas solo en 2 años», detalló Chávez.
«Les encomiendo a todos ustedes, trabajadores y trabajadoras, especialmente al Batallón Petroquímico, este, uno de los ocho complejos petroquímicos que están naciendo en Venezuela. ¡Venezuela va a ser una potencia petroquímica!, con el favor de Dios», concluyó el Presidente entre aplausos de los trabajadores zulianos.
