En Madres del Barrio me enseñaron qué es la patria y el respeto

Que ahora es distinto, que ahora se siente una mujer plena: “A mi en Madres del Barrio me enseñaron qué es la patria, qué es el amor, qué es el respeto mutuo”, dijo Belkis Arrioja, una caraqueña de 38 años de edad que este martes recibió un crédito socioproductivo para seguir desarrollando el arte de la repostería.

Todavía tenia los ojos un tanto hinchados por las lágrimas de emoción que se le escaparon cuando subió al presidio del Salón Ayacucho a recibir, de manos del propio presidente Hugo Chávez, el financiamiento sin intereses para “seguir preparándome y haciendo amor con mis manos para que la gente se lo coma”, afirmó un segundo antes de bromear sobre su “exceso de belleza”.

En esa actividad, convocada en la sede de Gobierno, Chávez entregó asignaciones económicas para las madres beneficiarias de la Misión Hijos de Venezuela, libretas de pensión a los abuelos de la Misión En Amor Mayor y créditos socioproductivos a mujeres que, como Belkis, una vez llegaron a la Misión Madres del Barrio, aprendieron un oficio y ahora son emprendedoras.

Ella contó que hace seis años entró por primera vez a la Misión Madres del Barrio, un programa lanzado en 2006 por el presidente Chávez para ayudar económicamente a las mujeres en situación de pobreza extrema e incorporarlas en actividades productivas en sus comunidades.

“Cuando entré por primera vez yo me acuerdo que mi presidente Chávez nos dijo ‘prepárense’. Por eso, con la asignación que tenía, por un lado compraba comida y por el otro guardaba dinero para hacer mis cursos de repostería. Ahora soy yo la que enseño”, comentó con orgullo, mientras varias de las mujeres de la misión se acercaron para felicitarla por su intervención durante el acto en Miraflores.

En la actividad, Belkis fue la última persona que subió para recibir el crédito y después de darle un abrazo al Jefe de Estado, dijo, entre lágrimas: “Usted me despertó. Yo estaba dormida como muchos venezolanos a quienes se nos dominó por eso, pero ahora Venezuela está resurgiendo y esto no lo va a parar nadie ni nada”.

Arrioja no sólo habló con el Mandatario sino que además entregó una muñeca de tela “que se llama Cristina”, a la ministra de Desarrollo Social de la República Argentina, Alicia Kirchner, para que se la entregara a la presidenta de esa nación sureña, Cristina Fernández

“Estuviste espectacular”, le dijo una de las tantas mujeres que colmaron el salón del Palacio de Miraflores, vestidas con franelas tricolor que rezaban “soy patriota”. Belkis lo sabe pero sólo sonríe y regala abrazos mientras sigue la entrevista.

“Yo quiero que la gente sepa que esta misión no es una limosna. Nosotras teníamos una necesidad y Chávez nos miró, nos dignificó, nos dijo que valíamos y nos dio herramientas para prepararnos. Por eso yo ahora me respeto, me amo y me acepto, eso no tiene precio”, contó Arrioja, quien recordó las palabras de Eva Perón citadas por el Presidente: “Donde hay una necesidad, hay un derecho”.

“Después que yo he aprendido esas cosas, ¿quién me quita ese conocimiento? ¡Nadie! Aquí no nos adoctrinan para acostumbrarnos a recibir sino que nos educan para después dar, con amor, de lo que hemos recibido”.

AVN

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