El domingo pasado cayó un rayo en Puerto La Cruz y causó un incendio. No pasó más nada, salvo la actuación oportuna de los bomberos y la información que el presidente Maduro daba a través de tuits. Antes de las siete de la mañana del día siguiente estábamos esperando a Ernesto Villegas cerca de su casa, en el municipio Sucre. Un amanecer lluvioso. Estaba secando el asiento de la moto cuando llegó el candidato. El asfalto, obviamente, estaba mojado.
— ¿Estás asustado?
—No.
Pensé en el rayo. ¿Y si nos cae uno? La respuesta vino rápido: que sea si estoy entrevistando al vampiro. Y que no me caiga a mí, porque estoy manejando.
Dimos unas vueltas en la moto para que el fotógrafo, que andaba a pie, hiciera su trabajo. Ernesto se preocupa por José Rivera, quien estaba atravesado en la calle, concentrado. “¡Mosca!”, le dice el candidato.
Es una ventaja que el primer entrevistado sea periodista, porque él o la parrillera es quien tiene que sostener la grabadora. Vamos hacia VTV, en Los Ruices. Ernesto se monta en la moto, con cierta pericia.
— ¿Está la lucecita prendida?
—Listo. Grabando.
— ¿Tienes moto?
—No, no soy motorizado pero soy parrillero.
— ¿Cómo se siente que seas el entrevistado y que tengas la grabadora?
—Rarísimo. De hecho, raro es ser entrevistado, para mí. He pasado tantos años de mi vida haciendo entrevistas que nunca deja de ser extraño que las preguntas me las hagan a mí.
— ¿Pa’ dónde agarro, derecha o izquierda?
—A la derecha. Eso, sin connotaciones ideológicas.
Hay un poquito de cola. Estamos cerca de la avenida Rómulo Gallegos. Semáforo en rojo, un motorizado se para sobre el rayado. Villegas me dice que él ya ha hecho “llamados de atención para que cumplan las leyes de tránsito”.
— ¿Tú crees que hay una anarquía de parte de los motorizados? ¿Que no respetamos las leyes?
—Mira, es que es una generalización indebida. Así como hay motorizados que andan en sentido contrario, pues también hay conductores de cuatro ruedas que manejan muy mal. No se puede generalizar. Sobre todo un grupo humano que es tan trabajador, que se ha hecho necesario. La Cuarta República impidió que tuviésemos una ciudad ordenada, planificada. Si esta ciudad se hubiese planificado, no tuviésemos muchos de los problemas que hoy padecemos.
— ¿Un alcalde metropolitano ayuda a planificar?
—No es que ayuda, es de sus competencias fundamentales la planificación y la coordinación. Eso, por sí solo, ya es tremenda tarea.
—Estamos en el municipio Sucre. ¿Vas a ayudar al Potro con la basura?
—Yo voy a hacer equipo con todos los alcaldes de esta ciudad. Tengo ese propósito. Y además, rescatar el principio de autoridad que debe regir en toda ciudad, en esta compleja ciudad de ciudades. Porque no podemos ver a Caracas solo como la Caracas del municipio Libertador, que es la Caracas histórica, ciertamente; tenemos que mirar a esta Gran Caracas, y la existencia de distintos municipios no puede ser interpretada como un permiso para la anarquía. Tiene que haber una coordinación y el ejercicio de un liderazgo respetado y respetable por parte del alcalde metropolitano, para ejercer sus competencias de planificación y de coordinación.
—Más que un trío, un sexteto
—Bueno, en la Caracas histórica obviamente que tendremos un trío. Yo estoy convencido de que vamos a ganar todas esas alcaldías. Ahora, si en alguno de esos municipios gana un alcalde de oposición, pues también tendrá que formar parte de mi equipo. Y esperemos que si son reconocidos esos resultados, como, en efecto, los hemos reconocido históricamente desde la Revolución, pues ellos no vuelvan a caer en la comiquita que han tenido: reconocer sus propios resultados cuando han ganado y atribuir a un fraude cuando han perdido.
—Estamos al lado de un hueco. Míralo. ¿Qué vas a hacer con eso, compadre? (El candidato voltea y lo mira)
—Bueno, yo pudiera fácilmente decir: “Esa no es mi competencia directa”. Pero no debemos ver el Estado fragmentado. No podemos excusarnos en la literalidad de la ley para considerar que no son problema de un funcionario, que es la primera autoridad política de esta Gran Caracas, temas como los huecos u otros. Nosotros debemos trabajar articuladamente, entre el gobierno central y los gobiernos municipales, para atender problemas concretos como este. Nosotros tenemos ya en Libertador una experiencia muy buena con “La fiesta del asfalto”. Con una buena coordinación nosotros podemos perfeccionar esa política y expandirla al resto de la ciudad. Hay un asunto que a mí me… me desvela. Es que por el tema este de la corrupción, hay contratistas que no hacen bien su trabajo, deliberadamente, para ganar más. El ánimo de lucro, es el “bendito” capitalismo salvaje que te dice: “A esta mezcla asfáltica, podemos ponerle más tierra que asfalto”. Yo no conozco bien los detalles técnicos, ¿no?, pero pudieran no cumplir con las exigencias para un trabajo óptimo, porque así pasado mañana eso se daña y hay que taparlo de nuevo. Muchos de esos huecos son grandes negocios. Yo quiero acabar con eso. El presidente Maduro quiere acabar con eso. Es una lucha frontal contra la corrupción.
Llegamos sanos y salvos a VTV. Muchos lo saludan. Una linda señorita pasa en su carro, se detiene, baja el vidrio y el candidato le besa el cachete izquierdo.
—Para las y los lectores de Épale CCS, un mensaje final
—Bueno, no dejen de ir a votar el 8 de diciembre. El solo hecho de que ustedes tengan en sus manos esta revista, es un indicativo de que hay una revolución en Venezuela. Y la muestra de la calidad de esta revista, la muestra del empeño que se percibe en las páginas del diario Ciudad CCS (un periodismo a la altura de lo que queremos para nuestro pueblo), es una muestra de lo que queremos llevar para el resto de la Gran Caracas y para Venezuela. Completar las transformaciones revolucionarias que Chávez nos planteó, con creatividad, entrega, con altos estándares de calidad, no se puede pensar que la estética está reñida con la Revolución. Tenemos una hermosa revista que queremos que sea el retrato de lo que ha de ser Caracas y Venezuela.
Ciudad Caracas
