ESPECIAL | Un sueño hecho música

Todo sueño tiene buen propósito y el del maestro, músico y economista, José Antonio Abreu, es el que más sentido de pertinencia social tiene. Abreu en 1975, junto a 8 amigos artistas soñó con crear un sistema que entramará una “oportunidad para crear espacios donde la música  revele a los alumnos la grandeza de sus aptitudes, pero también les inculque disciplina, responsabilidad, tesón y conocimiento sistemático que les ayude para el resto de sus vidas”.

El maestro Abreu vio hacia el futuro una institución abierta a toda la sociedad, con un alto concepto de excelencia musical, que contribuye al desarrollo integral del ser humano y así lo manifiesta cuando dice que “El sistema ha enriquecido de manera sublime la vida de comunidades marginales: es la luz, la alegría; y el goce del gran secreto de la música”.

Abreu se colocó cuatro perspectivas de su sueño, el primero que “jamás un niño venezolano tendrá que esperar tantos años para tener su instrumento y convertirse en músico. El segundo, que nunca más un músico venezolano se sentirá acomplejado y en desventaja pedagógica y artística frente al poderío de los asiáticos, europeos o estadounidenses. Tercero: no volverán los ejecutantes criollos a escuchar la frase ‘No hay vacantes’, porque Venezuela tendrá muchas orquestas sinfónicas y el cuarto: nunca más ser músico en Venezuela será un oficio de aficionados sin oportunidades en los mercados laborales”. Y hasta la fecha sus visiones se han cumplido.

Música en tres dimensiones

José Antonio Abreu explicó que el Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuelase envuelve en tres esferas fundamentales en las que el impacto del programa se fundamenta: la esfera personal/ social, la esfera familiar y la esfera comunitaria.

La esfera personal/ social se destaca el desarrollo intelectual y afectivo de los niños que se involucran en la orquesta. “El desarrollo del niño en la orquesta y el coro lo proyecta con una entidad noble, lo proyecta como un modelo para su familia y su comunidad, lo convierte en un mejor estudiante, porque le infunde un sentido de la disciplina, de responsabilidad, de puntualidad”, manifestó  el maestro Abreu durante una entrevista.

Asimismo, expresó que la esfera familiar “es importante para su formación  porque se destaca el apoyo incondicional de los padres y la familia, y el niño se constituye en un modelo para su padre y para su madre” y en la comunitaria “la orquesta se revela como espacios creadores de cultura, fuente de intercambio de nuevos significados y esa naturalidad que adquiere vivencia en la espontaneidad de la música, la excluye como lujo y la incluye como patrimonio común de la sociedad”.

Rompiendo fronteras

Abreu a través del Sistema Nacional de Orquestas y Coros Juveniles e Infantiles de Venezuela ha logrado trascender fronteras y dar un gran impacto a nivel mundial. Ha inspirado a más de 40 países de Europa, América, Asia, África y Oceanía, donde ya se encuentra sembrada la semilla del modelo venezolano, demostrando que es una alternativa real y sustentable de educación, progreso y paz.

Esta red musical ha colocado a Venezuela y a sus jóvenes músicos en prestigiosos escenarios artísticos del mundo, convirtiéndolos en embajadores de Paz, siendo reconocidos con numerosos galardones, entre ellos el Premio Príncipe de Asturias de las Artes y el Premio Internacional de Música de la UNESCO, también el reconocimiento más relevante que haya tenido el Coro de Manos Blancas, ha sido el hecho de que un par de guantes, perteneciente a uno de los niños del Coro, se encuentra guardado en un cofre en la Casa-Museo de Beethoven, en Alemania, al lado de los objetos personales del gran músico.

Pero no hay mejor premio que pueda reconocer la labor del Sistema, que ver a un público levantarse y aplaudir incansablemente la presentación de nuestra orquesta, ver como se colocan la chaqueta con los colores de Venezuela.

“Esta orquesta no necesita mi opinión, porque esta orquesta es lo más grande que existe en la música, creo que es un milagro, es la verdadera justicia de Dios” así en una oportunidad manifestó el presidente del Museo de la Casa Natal del músico alemán Ludwig Van Beethoven en ese momento.

El sentimiento de la música

Luego de una presentación de la Orquesta en la ciudad de Inglaterra, Abreu pudo apreciar una ovación de más de 22 minutos entre aplausos y lágrimas; es un sentimiento que solo su sueño pudo realizar. Asimismo, constató la aprobación del público quien solicitaba como muestra de amor, un  acto de fe. “El público comenzó a pedir una chaqueta de Venezuela y se la puso como una muestra de adhesión y de amor hacia Venezuela” apuntó.

En una alocución el Presidente, Hugo Chávez, desde el estado Yaracuy, afirmó: “el Maestro Abreu y los niños del Sistema nos trasmiten el fuego de la pasión, la pasión por la música, la cultura, estos muchacho le ponen sangre Caribe a la música clásica”.

Sueño cumplido

“Para mí la música es todo, mi alma es la música, yo puedo expresarme tocando el Chelo, me desahogo mucho, puedo transmitir muchas cosas” exclamó Angely Ramírez, integrante de la Orquesta Evencio Castellano –Montalbán.  Igualmente describió que fue una emoción inexplicable su primer concierto, “yo me sentía demasiado feliz, yo estaba llorando en el concierto, porque yo decía estoy aquí, todo lo que yo veía en televisión al fin lo estoy logrando”.

Jesús López Timaure, perteneciente al Coro Manos Blancas, añadió que “la música me produce grandes emociones, cantar al punto que me esfuerzo, siempre aprendiendo nuevas canciones y ver como el Coro de Manos Blancas la lleva en lengua de señas, es algo extraordinario”.

Para Adriana Aquino, (Trombón de la Orquesta José Francisco del Castillo), José Antonio Abreu es el “padre del sistema que nos inculcó a todos, las formas básicas de cómo iniciar en un instrumento, a nivel exterior hizo que todo el sistema venezolano se conociera en todas las partes del mundo”.

Quien pertenece al sistema de Orquesta deja como evidencia que el sueño del maestro Abreu esta cumplido. Al inscribirse un niño a la Orquesta, al tocar un instrumento con amor, al sentir la energía de la música, al luchar contra cualquier circunstancia, podemos decir que el sueño se hizo realidad.

 

 

Dubraska Rondón / Prensa Digital Mippci 

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