“Tenemos una Revolución Bolivariana popular, democrática, antiimperialista, socialista y lista para convertirse en una Revolución antifascista, porque ha rebrotado de manera peligrosa para la región y el mundo una corriente política de derecha contrarrevolucionaria que amenaza Venezuela”.
Estas reflexiones las hizo el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, durante la visita que hiciera al cementerio de Roma donde reposan los restos de Antonio Gramsci, líder comunista, escritor, periodista e intelectual italiano, referencia ideológica de los revolucionarios.
¿A dónde irá el alma de los que no creen?, se preguntó Maduro acompañado de la primera combatiente Cilia Flores, del mayor general Jacinto Pérez Arcay, el canciller de la República, Elías Jaua; el ministro de Petróleo y Energía, Rafael Ramírez; Jorge Giordani, ministro de Planificación, y Rafael Lacava, alcalde de Puerto Cabello.
El momento sirvió para reflexionar sobre el pensamiento de Gramsci y su vigencia, y apuntó el canciller Elías Jaua que leer a este intelectual comunista italiano es coincidir con las luchas de justicia y profundidad democrática.
Esta oportunidad, para el mandatario venezolano, no se puede calificar sino como el momento en el que parte del Movimiento Bolivariano Revolucionario 200 y el Gran Polo Patriótico Simón Bolívar rinden tributo a Gramcsi y “se comprometen en vencer al fascismo venezolano, vencer por Chávez y por Gramsci, por la paz a la cual tenemos derecho”, dijo el jefe de Estado interrumpido brevemente por el jefe de la diplomacia venezolana quien le dijo: “ahora te toca a ti Nicolás y nosotros contigo”.
Gramsci influyó en el pensamiento político del comandante supremo Hugo Chávez, sus hijos, que hoy demuestran lealtad al proyecto y al legado de Chávez, le prometieron continuar en la lucha, no decaer y mantener la unidad para consolidar a la Revolución Bolivariana.
Por: Marynés Ladera
