Un grupo de estudiantes de la Universidad Central de Venezuela denunció este viernes la falta de valor nutricional que contienen los alimentos ofrecidos por el comedor universitario, donde los estudiantes pueden recibir una lata de atún con galletas para su almuerzo, o en todo caso, una ración de arroz con un trozo de jamón congelado y una mala salsa.
Así lo dio a conocer Tamayba Lara, estudiante de esta universidad, quien en varias oportunidades ha tenido que resolver con menús como estos ante la falta de recursos para comprarse un almuerzo en cualquier cafetín que oscilan entre los 150 y 200 bolívares.
Tamayba es una de los tantos ucevistas que luego de hacer más de una hora de cola se encuentra con este tipo de alimentos que son insuficientes para el valor nutricional de un estudiante.
«En la UCV un almuerzo significa una ración de arroz, un trozo de jamon frío que se le pone por encima a una salsa que pretende calentar el jamón. Eso ha sido reiteradas veces un almuerzo», dijo indignada esta alumna al denunciar las condiciones de un comedor que recibió la asignación de 26 millones de bolívares para su funcionamiento este año.
Como ella, unos 1.000 universitarios asisten cada mediodía a este comedor, que anteriormente atendía a unos 7.000 estudiantes.
«Comprenderán la indignación que representa que después de una hora de cola tu recompensa es eso. Es una humillación», señaló.
Verónica Bravo es otro vivo ejemplo, puesto que como ella muchos también dependen de este servicio para comer diariamente.
«Hay gente que no depende, pero otros si dependemos mucho del comedor. Y venimos aún cuando sabemos que no cubre las expectativas en cuanto a balance nutricional de los estudiantes», reconoce.
Irregularidades
Aunque el Gobierno Nacional aprobó los recursos para el funcionamiento de este comedor, los estudiantes y trabajadores han denunciado irregularidades en el servicio.
Los trabajadores exigen dotación de utensilios e instrumentos para sus labores, así como seguridad pues los espacios del comedor no cumplen con las condiciones adecuadas para el manejo de alimentos.
Durante una inspección dirigida este viernes por el ministro para Educación Universitaria, Jehyson Guzmán, se observó que los trabajadores manejan los alimentos sin guantes porque la universidad no garantiza este instrumento necesario para cumplir las normas de higiene.
Igualmente, se evidenció que el piso de la cocina se encuentra resbaladizo, lo cual representa un peligro para los trabajadores, a esto se suman botes de agua, fallas en las máquinas de lavaplatos, de triturar alimentos, entre otros.
Sobre esto uno de los trabajadores de comedor, Johan Terán, indicó que el Ministerio de Educación Universitaria aprobó los recursos para recuperar algunas máquinas, sin embrago, muchos trabajos quedaron a medias.
«Las máquinas trabajan a un 50%. La regla número uno es trabajar con guantes, pero no se los dan a uno», manifestó.
Fallas en los baños de la cocina, falta de uniformes, de ollas nuevas, máquinas, son parte de las exigencias de los servidores de este comedor.
Dichas precariedades también se reflejan en el menú de cada día, en su mayoría insuficiente para un estudiante universitario. Este viernes no fue la excepción, pues en el comedor se preparaba chuleta con «festival», una especie de mezcla, explicó Johan, que se hace con los alimentos refrigerados que quedaron del día anterior, como zanahoria, cebolla, entre otros.
AVN
