Ezequiel Zamora el hombre revolucionario de los dos sombreros

El próximo 01 de febrero se cumple un año más del natalicio de Ezequiel Zamora, genio de la guerra y revolucionario de la política, un líder popular y militar. Zamora el hombre que usaba un sombrero de cogollo y sobre ese sombrero se colocaba su gorra militar y decía que esa era la simbología de la unión: el sombrero de cogollo representaba al pueblo soberano y la gorra militar representaba a los soldados del pueblo.

El líder revolucionario fue uno de los hombres que más impactó la historia venezolana del siglo XIX y cuya obra trató de ser sepultada por la oligarquía, que se adueñó del país y traicionaron el sueño bolivariano.

Ezequiel Zamora primer líder de los movimientos sociales de Venezuela del siglo XIX

El 1 de febrero de 1817, nace Ezequiel Zamora, el General del Pueblo Soberano, el líder del ejército de “Tierra y hombres libres” y principal conductor de los hechos de la Guerra Federal.

Zamora 2

Ezequiel Zamora, fue el líder más importante de las avanzadas políticas y militares que ejercieron las clases pobres de Venezuela, en contra de las clases dominantes que resultaron de la República después de 1830.

Sus padres fueron Alejandro Zamora y Paula Correa, modestos tenderos pertenecientes al estrato de los “blancos de orilla” y descendientes de inmigrantes españoles originarios de las Islas Canarias. Durante los primeros años de su niñez, recibe la rudimentaria instrucción que podía brindarle una zona rural todavía convulsionada por las luchas independentistas.

Su vida se caracterizó por estar teñida del espíritu romántico de los personajes liberales de su tiempo. Se unió a la causa liberal en la época de Antonio Leocadio Guzmán, fundador del partido liberal y adversario de la oligarquía terrateniente dirigida por José Antonio Páez.

La independencia dejó sin resolver gran parte de las desigualdades sociales que anidaban en la sociedad colonial. Ya en 1831, se había puesto de manifiesto el descontento de las clases bajas con la conspiración de los negros y mestizos de Caracas. Una década después estallaron las luchas sociales como la rebelión urbana del pueblo caraqueño manifestado en las acciones del 9 de febrero de 1844 y del 24 de enero de 1848, junto a la insurrección campesina desarrollada en 1846-47 en la zona central del país; todas ellas condujeron a la Guerra Federal.

En 1846, producto de las contradicciones entre las élites políticas y el malestar de la clase desposeída, cuyas garantías habían sido negadas desde la misma independencia, hacen que Ezequiel Zamora, se ponga al frente de un importante movimiento militar enarbolando las consignas del liberalismo radical, ¡Respeto a los Campesinos! ¡Horror a la oligarquía!

En 1858, conspira junto a líderes liberales para deponer al gobierno conservador de turno, descubierta la conspiración es obligado a huir del país, refugiándose en Curazao.

Zamora 1

El 20 de febrero de 1859, desde Coro, comienza el movimiento militar que conocemos en la historia como la Guerra Federal. Esta marcará y hará que transcienda su carrera política y militar hasta nuestros días. Aunque al frente de la revolución se encuentra el General Juan Crisóstomo Falcón, el General Zamora logra encarnar en su persona todo el mando militar y ser el alma de ella, consiguiendo un considerable número de triunfos a favor del ejército de la Federación.

La Guerra Federal fue un conflicto armado que tuvo lugar en Venezuela, entre el 20 de enero de 1859 y el 24 de abril de 1863. Es considerada como la contienda más larga del país después de la Guerra de Independencia. En ésta se enfrentaron los conservadores y los liberales, bandos políticos que luchaban por gobernar el país desde 1846; pero en el trasfondo lo que se inició en esta fecha una guerra social entre terratenientes y campesinos.

Para Zamora, la Federación implicaba una profunda democratización de la sociedad. Sus palabras de febrero de 1859, son muy elocuentes a este respecto: “La Federación encierra en el seno de su poder el remedio de todos los males de la patria. No. No es que los remedia, es que los hará imposibles…Volveremos la espalda, ya para siempre, a las tiranías, a las dictaduras a todos los disfraces de la detestable autocracia”. (Landaeta, 1961:286).

Zamora significó un liderazgo diferente al ejercido por los caudillos tradicionales que surgieron en Venezuela a lo largo del siglo XIX, él representó los genuinos intereses de las masas campesinas y de los desposeídos, enarbolando la “guerra social” con el fin de destruir el poder político y económico de la oligarquía, y construir en cambio una nueva sociedad basada en principios políticos, cuyo respeto y aplicación, permitirían la felicidad del pueblo.

En la Guerra Federal, coexistieron dos intereses en el bando liberal: un grupo que deseaban promover la constitución de un régimen de libertades formales, democrático burgués, que limitara el poder que hasta el momento había mantenido la oligarquía heredera de los mantuanos de la colonia; integrado en lo fundamental por personajes ilustrados de los sectores sociales más pudientes (sobre todo terratenientes), liderado por Juan Crisóstomo Falcón y Antonio Guzmán Blanco. El otro grupo lo conformaban la mayoría: los campesinos y algunos intelectuales radicalizados, quienes pregonaban las reivindicaciones igualitarias que permanecían sin cumplirse desde la guerra de independencia; esta era la fracción que encabezaba Ezequiel Zamora.

Bajo la dirección de Zamora, la campaña del Ejército Federal condujo a sucesivas derrotas de los godos en 1859. El 10 de diciembre de ese mismo año, se da la batalla de Santa Inés (estado Barinas), donde el líder social demuestra su calidad de táctico al destruir casi la totalidad de las fuerzas conservadoras, y se abrió el camino hacia Caracas para la victoria definitiva. Después de Santa Inés, Zamora se dirigió hacia el centro del país a través de Barinas y Portuguesa, pero antes de aproximarse a Caracas resolvió desalojar a los reductos conservadores que permanecían en la ciudad de San Carlos; allí muere víctima de un disparo traicionero el 10 de enero de 1860. El 13 de septiembre de 1872, sus restos fueron trasladados a Caracas y colocados en la iglesia de la Santísima Trinidad, actual Panteón Nacional.

Ezequiel-Zamora

Zamora, fue un digno interprete de las contradicciones y necesidades populares de su tiempo, fue la llama que revivió el espíritu combativo y soberano de nuestro pueblo, supo ubicarse al lado de los intereses de los oprimidos, de los esclavos, de los campesinos hambrientos y sin tierra, Zamora representa la dignidad de nuestro pueblo en su lucha por la emancipación. Él, fue el conducto canalizador de todo un deseo de democracia e igualdad social, que surgió durante el proceso de descomposición de la sociedad colonial. Todo su programa político de lucha se expresaba en la consigna Tierra y hombre libres.

En este tiempo, la Revolución Bolivariana representa la continuidad en las luchas contra un sistema dominante que privilegia a pocos por encima de la desgracia de muchos, hoy seguimos enarbolando las banderas del General del Pueblo Soberano y seguimos enfrentados contra la oligarquía opresora en la búsqueda y construcción de un sistema basado en la igualdad y respeto de la condición humana, un sistema de tierras de hombres y mujeres libres; un sistema en donde como dijo Ezequiel Zamora: No habrá pobres ni ricos, ni esclavos ni dueños, ni poderosos ni desdeñados, sino hermanos que sin descender la frente se traten bis a bis, de quien a quien.

Prensa Mippci con información de Fundación Zamora / PSUV / Embavenmex

Send this to a friend