Falleció Jacinto Peña, otra víctima del fascismo de 2002

 

El sabotaje petrolero ocurrido hace once años (2002), dejó secuelas imborrables en Jacinto Peña, conductor del estado Aragua que sufrió quemaduras en gran parte de cuerpo, al ser víctima de la acción vandálica de quienes obligaron al transporte público y a diversos sectores del país a sumarse a la acción desestabilizadora protagonizada por la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), Fedecamaras y la cúpula meritocrática de Petróleos de Venezuela (Pdvsa), quien falleció este sábado en Maracay.

Peña tenía 80 años y era oriundo del estado Mérida, pero vivía desde hace más de 40 años en Aragua.

El 3 de diciembre, segundo día del “paro cívico”, Jacinto salió a trabajar a las 5:00 de la mañana, como era costumbre. Se tomó su cafecito y comenzó la jornada laboral en la Unión de Transporte 23 de Enero en Maracay.

A la altura del barrio El Carmen, en la avenida Constitución de Maracay, fue interceptado por un grupo que lo obligó a bajar a los pasajeros porque tenían que sumarse a las acciones que gestaba la derecha, que convocaba a tomar las “autopistas, calles y avenidas de Caracas y todo el país para garantizar el paro nacional”, tal como expresó Carlos Ortega, ex presidente de la CTV, el segundo día del sabotaje que se extendió por dos meses.

“Rociaron con gasolina la camioneta, aun cuando yo estaba dentro de la unidad. Se prendió en candela y logré salir del vehículo en medio de las llamas. Ese momento fue espantoso”, recordaba el señor Peña.

Frente a ese escenario, el chofer prefirió salir a la calle para prestar su habitual servicio. “Había paro y yo salí a trabajar porque consideraba injusto que un sector de la población tratara de paralizar el país, con el único motivo de sacar al presidente Chávez del Gobierno”, reflexionó.

Esa determinación dejó huellas imborrables en el señor Jacinto, que sufrió quemaduras de segundo y tercer grado en 30% de su cuerpo. Durante un mes estuvo en la unidad de cuidados intensivos en el Hospital Militar de Maracay. Fue sometido a intervenciones quirúrgicas. El proceso de recuperación tardó dos años.

A pesar de ese padecimiento, Peña no guarda rencor contra las personas que le incendiaron su camioneta de pasajeros y le causaron daños irreversibles en su cuerpo. “Creo en la justicia divina y hay un Dios que se encargará de castigar a los culpables”.

El Gobierno Nacional respondió a la familia Peña por la pérdida de la unidad de pasajeros, y le entregaron un autobús NT900.

Jacinto vive, Jacinto es el Pueblo

El ministro del Poder Popular para la Comunicación, Ernesto Villegas, en representación del Gobierno Bolivariano hizo acto de presencia en los actos fúnebres del señor Peña, para rendirle homenaje a un hombre bueno y trabajador, que sobrevivió al ataque inclemente y macabro del facismo en el 2002.

Después de asistir al funeral el ministro Ernesto Villegas expresó: “fuimos a verlo en vida, tuvimos oportunidad de compartir con él, era un hombre que no abrigaba odios y lo que estaba era preocupado por su camionetica porque lo que quería era volver a trabajar, sobrevivió diez años y su ejemplo está allí, más vivo que nunca”.

Villegas subrayó que el fascismo existe, “hay una minoría fascista que es capaz de quemar al país completo con tal de salir de Chávez pero les tengo una noticia: Chávez vive, la lucha sigue; Jacinto vive, la lucha sigue; Jacinto es el Pueblo, son millones de Jacintos que no están dispuestos a dejarse quemar, ni al país. Exhorto a todos a hacer un homenaje a Jacinto Peña”.

 

“Sobrevivió 10 años y su ejemplo es allí, más vivo que nunca (…) Hay una minoría fascista que fue capaz de quemar a Jacinto y quemar al país completo con tal de, en aquel entonces, salir de Chávez”, expresó Villegas.

 

Peña resultó herido con graves quemaduras luego de que opositores incendiaran su camioneta en Maracay, estado Aragua.

 

Villegas hizo un llamado a todo el pueblo venezolano, a seguir el ejemplo de Jacinto, quien en esas circunstancias siguió adelante.

 

“A través de Jacinto Peña se manifestó la máxima voluntad del pueblo venezolano, seguir remando hacia adelante y seguir construyendo la patria”, resaltó.

 

Desde hace más de 40 años Peña vivía en el estado Aragua, donde el 3 de diciembre de 2002, en su camioneta de pasajeros, con la cual laboraba, fue atacado por grupos fascistas que rociaron el vehículo con gasolina para incendiarlo.

 

Fueron quemaduras de segundo y tercer grado las lesiones que resultaron de este atentado contra la vida de Jacinto Peña, quien estuvo casi un mes en la Unidad de Cuidados Intensivos del Hospital Militar de Maracay. Su recuperación le tomó dos años.

SiBCI/VIVE

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