Este miércoles, la delegación para los diálogos de paz de Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia-Ejército del Pueblo (Farc-EP) presentó en La Habana 10 propuestas «orientadas de manera específica a la dignificación del trabajo y a un mejoramiento de las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores del campo».
La insurgencia propuso una renta básica rural universal e incondicional, «teniendo en cuenta que más de dos terceras partes de los hogares rurales tienen un ingreso menor a un salario mínimo legal».
Reivindicaron el derecho a la tierra y la dotación con medios de producción, además de «asistencia técnica y tecnológica, subsidios, precios de sustentación, crédito e infraestructura».
El documento destaca la urgencia de la «protección del trabajo rural, generación masiva de empleo y mejoramiento del ingreso», así como la laboralización del trabajo asalariado, entendida como «el establecimiento de relaciones contractuales de carácter laboral» que contemplen el desarrollo de una jurisprudencia a favor de los trabajadores de la tierra.
Las Farc-EP reclamaron «acceso a los sistemas de aseguramiento en salud y pensiones» y «provisión de condiciones básicas de bienestar». También, la puesta en marcha de programas de capacitación y cursos especiales para mujeres y jóvenes.
Finalmente, advirtieron de la urgencia no sólo de la «promoción y estímulo a formas asociativas del trabajo, basadas en la solidaridad y la cooperación» sino del «estímulo a la organización sindical y protección especial a los sindicatos agrarios».
