Con más de 46.000 visitas cerró este domingo la tercera edición de la Feria del Libro de Caracas, que desde el 27 de julio ofreció palabra, música y formación académica a quienes visitaron la Plaza de Los Museos y el parque Los Caobos, ubicados en el corazón de Bellas Artes, de la capital.
«Hasta ayer (domingo), a las 6:00 de la tarde, las visitas estuvieron por encima de las 46.000 personas. Este año tuvimos un crecimiento de 75% respecto al año pasado, porque hubo más expositores y más espacio», destacó el presidente de la Fundación para la Cultura y las Artes (Fundarte), Freddy Ñáñez.
A propósito del espacio, en esta edición la distribución de toldos estuvo sujeta a tres temáticas. La primera, centrada en la inclusión de editoriales alternativas que ofrecieron títulos de distintas tendencias en el inicio del recorrido, hasta llegar a un segundo eje, conformado por actividades musicales, cafés y opciones gastronómicas.
Al adentrarse al parque Los Caobos, los visitantes descubrían un nuevo espacio, dedicado a los más pequeños, repleto de publicaciones infantiles, juveniles y otras tantas orientadas a fortalecer las técnicas pedagógicas en docentes de los primeros niveles educativos.
«El pabellón infantil recibió a 6.500 niños, niñas y adolescentes de planes vacacionales, refugios y distintos municipios de la capital. Para ellos fue una alternativa de recreación, formación lectora y también sirvió para forjar una cultura de paz, porque ellos cambiaron videojuegos bélicos por libros. A cada niño se le entregó un ejemplar del texto Miguel Vicente Patacaliente«, reseñó Ñáñez.
En cuanto a números de libros vendidos, la cifra se acerca a los 35.000 ejemplares, aunque la institución espera que el número se incremente con las estadísticas finales. «Lo importante es que, a diferencia de cuatro años atrás, ya no podemos hablar de una generalidad como característica del lector venezolano. Ahora la gente llega buscando autores, temas específicos y hasta editoriales determinadas», expresó el titular de Fundarte.
En relación con los intereses literarios, resalta la identidad nacional como primer estímulo para el lector, seguido por un crecimiento en la solicitud de temas históricos apegados al imaginario heroico, hechos independentistas y acontecimientos contemporáneos y destaca el pensamiento político, social, económico y cultural como tercera opción más buscada por lectores caraqueños.
Otro género que repuntó este año fue la narrativa, escrita por autores venezolanos, lo que reafirma la necesidad de pertinencia nacional demostrada por visitantes a la feria.
«Para nosotros, las ferias son espacios para generar diagnóstico sobre cómo ven los caraqueños la recuperación del espacio público, cómo esta remoción es capaz de generar un nuevo sentido de ciudadanía y una nueva relación entre transeúnte y paisaje urbano que, anteriormente, considerábamos comunes», recordó Ñáñez.
Otra novedad en esta edición fue la tarima musical, por donde se pasearon Cecilia Todd, Francisco Pacheco y su pueblo, Rucaneo del mabil, Lilia Vera, Yatu, La misma gente, Zapato 3 y otros exponentes de la musical criolla.
Ñáñez resaltó que las actividades musicales convocaron a 3.000 personas durante los 10 días de la feria, aunque en la clausura más de 10.000 personas disfrutaron del concierto de la banda de rock venezolana Zapato 3, que aprovechó para cerrar su gira La última cruzada con una presentación gratuita tanto para sus seguidores de las décadas de 1980 y 1990 como para nuevas generaciones.
Motivados a fortalecer las estrategias de trabajo entre casa editorial e institución organizadora, Fundarte inició una jornada de reuniones, este lunes, con miras a adelantarse a la próxima edición y continuar el crecimiento.
La Feria del Libro de Caracas es una iniciativa de la alcaldía de Caracas, organizada por Fundarte y su fondo editorial homónimo, promovida desde 2010 como encuentro anual con la palabra local.
