Palacio de Miraflores, Caracas El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela está absolutamente comprometido con la paz de la hermana República de Colombia, según lo manifestó la noche de este lunes Nicolás Maduro, Presidente encargado de la tierra natal de Bolívar.
«Nuestro Gobierno se mantiene firme en el apoyo al presidente Santos y a las partes en conflicto, que están sentadas en La Habana para ayudar en todo lo que sea posible (…) para llevar a Colombia hacia la paz».
Durante una entrevista ofrecida a la planta televisiva internacional Telesur, Maduro destacó los esfuerzos realizados por el comandante Hugo Chávez para coadyuvar en la conciliación en el territorio neogranadino.
«La paz es un tema que llenaba de pasión al presidente Hugo Chávez, quien fue el articulador en silencio, por petición del presidente Santos, con las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia para alcanzar la paz» en territorio colombiano, dijo Maduro.
Recordó que los primeros contactos que se hicieron fueron durante aproximadamente un año, con el objetivo de consolidar el acercamiento de posiciones que derivaron en la firma de un acuerdo marco.
Durante su tratamiento, el líder venezolano mantuvo contactos permanentes con su homólogo Juan Manuel Santos y los voceros representantes de la guerrilla, en La Habana, a través del canciller venezolano, para ayudar en esta causa que persigue algo tan sagrado como la paz.
«Una de las últimas cosas que él (Chávez) me dijo antes de operarse, es que él aspiraba que la paz se firmara este mismo año 2013, más temprano que tarde, que ese era su deseo, que él creía que era la hora de la paz, porque no se podía perder tiempo para la paz (…) y así lo transmití al Gobierno de Colombia, como a los voceros y representantes del las FARC», detalló Maduro.
Según manifestó el Presidente encargado, el deseo más íntimo del comandante Chávez era que en Colombia se reabriera un camino para la reconciliación y el reencuentro, la lucha política a través de las ideas y no a través del enfrentamiento armado.
Por: Bianca Borrero
