La Gran Misión a Toda Vida Venezuela (Gmatvv) arribó a su cuarto aniversario. Se trata de la última misión creada por el comandante Hugo Chávez, y cuyo objetivo siempre ha estado enfocado en impulsar una política pública integral de Estado para atacar los factores generadores de violencia y criminalidad en el país, desde el punto de vista situacional, institucional y estructural del problema.
Su lanzamiento oficial se hizo público el 20 de junio de 2012, y para lograr organizar su plan de acción, se crearon seis vértices estratégicos orientados a: Prevención integral y convivencia solidaria, fortalecimiento de los órganos de seguridad ciudadana, transformación del sistema de justicia penal y creación de mecanismos alternativos de resolución de conflictos, modernización del sistema penitenciario venezolano, sistema nacional de atención integral a víctimas de violencia, creación y socialización de conocimiento para la convivencia y la seguridad ciudadana.
Posteriormente, el presidente de la República, Nicolás Maduro, incorporó dos vértices más, que son: Lucha contra el uso indebido y tráfico ilícito de drogas, fortalecimiento de los mecanismos de control sobre el sistema financiero para la prevención de la legitimación de capitales y el financiamiento al terrorismo.
En estos cuatro años de trabajo social se pueden destacar logros que rápidamente descaran la diferencia entre lo que ocurría en los tiempos de la Cuarta República y lo que ocurre en la actualidad, tal como lo refiere José Gregorio Alvarado Rondón, comisionado presidencial de integración de la Gran Misión A Toda Vida Venezuela.
“En la Cuarta República la prevención era netamente de represiva policial y desvinculada de las instituciones. Con la Gran Misión A Toda Vida Venezuela surge todo lo contrario, se generan políticas públicas, en donde se crea, principalmente, una policía humana y logra la integración entre las instituciones es vital para poder trabajar”, explicó Alvarado Rondón.
Para ello, se hace necesario el enlace con cada una de las misiones sociales para ejecutar el trabajo de prevención, puesto que son herramientas preventivas por excelencia. “Actualmente se trabaja con los Cuadrantes y las Casas de Paz, en donde no solo se resalta la presencia del jefe del cuadrante que es un policía, sino que todas las instituciones de prevención del ministerio (ONA, Prevención del Delito, Prevención del Desarme) están integrados en ese cuadrante, además de las misiones sociales. El policía pasa a ser un enlace para resolución de problemas”, refirió el comisionado.
A su juicio, la implementación de los Cuadrantes y las Casas de Paz en las comunidades, han tenido una receptividad excelente. Según las últimas estadísticas que registran, en las parroquias La Candelaria y Altagracia, en el municipio Libertador del Distrito capital, se logró la disminución de 10% de índices delictivos en seis meses, solo con la integración entre el pueblo organizado y los órganos de seguridad.
“El máximo logro de la Cuarta en materia de prevención fue la Ley de Vagos y Maleantes, una ley que castigaba el color, el ser pobre, eso se castigaba. Aquí no pretendemos crear un sistema donde la misma gente se vincule con su seguridad. El tema de seguridad no es policial, todo lo contrario, es de todos los ciudadanos. Hacemos seguridad desde el mismo momento en que les damos buena formación a nuestros hijos. La familia es la célula fundamental de la sociedad”, indicó Alvarado Rondón.
Trabajo articulado
La Gmatvv ha tenido éxito en los estados en donde los alcaldes se han sumado al trabajo conjunto. “Lo contrario sucede en los estados opositores que no quieren trabajar con nosotros, como es el municipio El Hatillo, en el estado Miranda, en donde el alcalde se ha negado a atendernos y, donde por cierto, los índices de secuestros son muy altos. Su comunidad nos ha pedido mediación pero ha sido infructuoso”, destacó el comisionado.
En la actualidad se está asignando un nuevo grupo de comisionados estadales de la Gran Misión, quienes tienen la tarea de trabajar enlazados con los gobernadores y alcaldes para generar espacios de paz y sana convivencia.
Entre los proyectos que abarcan todo el territorio nacional está la construcción de canchas de paz. Hay ocho concluidas y se espera tener listas unas 10 a finales de este año. La más próxima a inaugurar está ubicada en el estado Sucre.
“Estas canchas no solo son para hacer deportes, son espacios para el sano esparcimiento y donde la cultura, recreación y los consejos comunales hacen vida con una programación contante para no darle espacio al ocio”, refirió el funcionario de la Gmatvv.
Para la construcción de las canchas fue adquirido en China un kit con el diseñado y equipamiento completo, es decir, contiene la estructura deportiva, griferías, lavamanos, pocetas, equipos de gimnasio, para la práctica de karate, tenis de mesa, entre otras disciplinas. La inversión fue de un millón de dólares cada kit.
El objetivo es llevar nuestra ideología de paz a cada una de las comunidades venezolanas que ameriten nuestra intervención social. “Todos los comisionados del país están avocados a esta premisa”, sentenció Alvarado Rondón.
Prensa Minci
