Gran Misión Vivienda, justicia social para el pueblo

Palacio de Miraflores, Caracas.- Con cada llave que entrega la Revolución una nueva vida comienza para las familias beneficiarias de la Gran Misión Vivienda Venezuela (GMVV).

En miras de reducir los niveles de carencia habitacional que había en la población venezolana, el líder de la Revolución Bolivariana y Comandante Supremo, Hugo Rafael Chávez Frías ideó el 13 de abril de 2011 la creación de esta iniciativa, pero fue hasta el 30 de abril de ese año que se dio inicio formal a este plan social.

La atención a un pueblo olvidado y desfavorecido fue la columna vertebral de esta Gran Misión, mismo pueblo que por más de 40 años no tuvo un hogar digno. 

Hablando en cifras, es relevante mirar atrás y recordar que desde el gobierno de Marcos Pérez Jiménez (1953-1958) hasta el último mandato de Rafael Caldera  (1994-1999) fueron construidas 1 millón 966 mil 107 viviendas.

Durante estos periodos, la IV república otorgó -mediante Ley de Política Habitacional- la opción a compra a quienes tenían un empleo formal, sin importar la necesidad latente que había en las clases populares y el alto índice de desempleo que acaecía en el país para la época.

Hoy, a 8 años de la creación de esta Misión que demuestra el amor genuino y profundo que siente la Revolución por su pueblo, se han entregado 2 millones 621 mil 703 viviendas a lo largo y ancho del territorio venezolano.

Al comparar estos números vale destacar que el Gobierno Bolivariano y Socialista ha edificado y adjudicado en 8 años de intenso trabajo el 74% de las viviendas que construyó la IV república en 40 años de gobierno.

El comienzo de una vida digna

José Alirio Gutiérrez, es un habitante del Complejo Habitacional Ciudad Tiuna Socialista, sector Noreste. La GMVV marcó un antes y un después en su vida, pues “la Revolución era el sueño de nosotros los hombres y mujeres de abajo, del pueblo, no teníamos derecho ni a imaginar lo que era tener una casa propia”, y no cualquier casa, detalló, sino una “de verdad (…) una con paredes de concreto, baño con su escusado y lavamanos, una cocina con su lavaplatos”, es decir, un hogar digno.

A sus  47 años de edad, José recuerda que dada a las pocas oportunidades de subsistir que había en su natal Apure le tocó migrar hacia la capital, decisión que lo obligó a vivir en una vivienda improvisada con tablas en una colina hacia el sector de la avenida Morán entre San Martín y Catia.

En Caracas se casó y es padre de dos niñas, dedicado al trabajo de transportista sale día a día a recorrer las principales avenidas de la ciudad para cumplir con su ruta y llevar el sustento a su hogar y familia, que estaba lleno de necesidades y muchos deseos por una mejor manera de vivir.

“Cuando el Comandante – Hugo Chávez-, habló de la Misión Vivienda fue la luz al final del túnel”, ilustró como la ilusión de poder tener su casa propia. A partir de allí estuvo al pendiente de los procesos para el registro y así optar por la morada de sus sueños, acudió a la Plaza Bolívar en el centro de la ciudad capital y se censó inmediatamente, contó.

Transcurrió el tiempo, pero en cada entrega que hacia el presidente (Chávez) se veía reflejada su esperanza, comentó entre risas y picardía, posteriormente escuchó del registro 0800-MiHogar (0800-6446427), procedimiento que también realizó con mucha fe.

A finales del año 2013, “recibí una llamada donde pidieron confirmar mi nombre y se identificaron como funcionarios del Ministerio de Vivienda y Hábitat ¡me quedé mudo! Tuvo que hablar mi esposa, dio los datos y quedaron en hacer una nueva llamada”, relató José Alirio con mucha alegría, como si estuviese viviendo nuevamente ese momento.

Tras varias llamadas y visitas para completar datos ante el ente ministerial llegó la llamada en la que sabría la ubicación de su casa y qué recibiría las llaves del nuevo hogar de su familia.

En diciembre de 2014, “Jamás olvidaré ese día, recibí las llaves de mi apartamento, uno de 3 habitaciones, dos baños, cocina y lavandero, completamente hermoso”.

A pesar de haber hecho todas las diligencias y haber cumplido con los procesos este hombre de tez morena y ojos marrones manifestó que le parecía mentira que ya por fin tenía su casa propia.

“Ha sido un logro posible solo en Revolución ¿cuándo iba a poder yo comprarle una casa con estas descripciones a mi esposa e hijas? ¡Nunca!”, enfatizó Gutiérrez, al tiempo que recordó que antes solo podría obtener las casitas de “Inavi” que eran para quienes trabajaban en la administración pública, “pero el resto de la gente, como uno, nada”.

Daniela Molina Medina, es otra beneficiaria de la Gran Misión Vivienda Venezuela, es madre, esposa y de profesión administradora; asegura que no hay ningún país en el mundo donde exista un gobierno que se preocupe porque las familias jóvenes tengan opción a adquirir una vivienda, como es su caso.

Molina y su esposo, Mario García, son una pareja joven, padres de un niño de 2 años de edad que lleva por nombre Sebastián, ellos vivían arrimados donde un familiar, situación que los conllevó a buscar alquileres para tener mayor privacidad.

La búsqueda tuvo que ser descartada, pues los ingresos de ambos no alcanzaban para un alquiler digno, por lo que Molina, a pesar de haberse censado en el programa social de la GMVV, completó los datos en el Sistema Patria esperanzada en que llegaría la ansiada llamada a través del Carnet de la Patria, tal y como lo anunció el presidente Nicolás Maduro en el mes de octubre del 2018.

A tan solo dos meses de haber completado los datos en el novedoso sistema, la familia García Molina fue notificada como beneficiaria en la torre A17 en Fuerte Tiuna.

“Mis plegarias fueron escuchadas, nos llamaron y nos dieron detalles de la pre-asignación de la vivienda y los pasos que debíamos seguir para formalizar la adjudicación”, indicó Daniela sobre el día en que la vida les cambió.

“La Revolución no es un mito, no es un engaño, es una realidad que se preocupa y ocupa de un pueblo que por muchos años fue burlado y que hoy en día sigue enfrentando ataques”, agregó el joven Mario.

La pareja aprovechó para invitar a todas aquellas familias que aun no ha sido tocadas por la GMVV a no perder la fe, “El Carnet de la Patria es una herramienta que acelera el proceso y que excluye toda posibilidad de gestoría o burocracia”, aseguró Daniela.

Esta política de inclusión social no desmaya y ante agresiones imperiales que pretenden debilitar la atención brindada por el Gobierno Bolivariano, la GMVV continuará su avance para alcanzar la meta rumbo a la entrega de 5 millones de hogares dignos para el pueblo venezolano.

Prensa Presidencial / Andrelys Carrasquel

Fotos: Archivo Mippci

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