Hace 133 años falleció Matea Bolívar, nodriza del Libertador Simón Bolívar

Hace 133 años falleció Matea Bolívar, una de las mujeres más comprometidas con la crianza de quien sería años después el Padre de la Patria, Simón Bolívar, quien también es considerada además como su primera maestra.

El Presidente de la República, Nicolás Maduro, escribió en su cuenta de Twitter un mensaje en el que destacó el carácter noble de Matea, cuyo legado «vive hoy en las mujeres nobles que se encargan de construir la Patria Futura con amor y paciencia».

Matea Bolívar, nació el 21 de septiembre de 1773, en la Hacienda Hato El Totumo en San José de Tiznados, estado Guárico. Es hija de una esclava que pertenecía a la familia Bolívar, por lo que adopta el apellido Bolívar como se acostumbraba en la época.

En las batallas por la liberación de la Patria, ella asumió labores de enfermería para atender a los soldados patriotas y preparaba los alimentos para las tropas.

En 1914, presenció el ataque de Boves y la muerte del Capitán Ricaurte; y cuando el Libertador decretó la libertad de los esclavos, en 1921, ella logró su emancipación.

Pero Matea cumplió el deseo de Bolívar de que cuidara a su familia, por lo que, ante la avanzada de los realistas, es enviada al exilio en Cuba junto a María Antonia, hermana del Libertador, donde permaneció hasta 1823. Con la liberación de Venezuela regresa y recibe la triste noticia de la muerte de su amado Bolívar.

Su longevidad causó el asombro de la población. El 28 de octubre de 1876, cuando trasladaron los restos del Libertador al Panteón Nacional, Matea entró en el recinto del brazo del entonces Presidente de la República, General Antonio Guzmán Blanco.

Siete años más tarde, el 29 de marzo de 1886 falleció en Caracas esta heroína que sembró en el corazón del niño Bolívar el amor por la patria y la libertad.

Sus restos reposaron en la cripta de los Bolívar, en la capilla de la Santísima Trinidad, en la Catedral de Caracas, hasta el año 2017, cuando el Jefe de Estado, Nicolás Maduro, cumpliendo el sueño del Comandante Hugo Chávez, trasladó sus restos simbólicos hasta el Panteón Nacional, al igual que los de Hipólita y Apakauna.

Prensa Digital MippCI

Send this to a friend