Academia Militar Bolivariana, Caracas Largas horas de espera, sol y luna acompañan la fila, todo por ver al líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez.
Un mensaje: «Morir es nada cuando por la Patria se muere», lo traía Zulay en sus manos. Ella es de los Valles de Tucutunemo del estado Aragua.
Zulay tiene 8 horas en cola y ya, a sólo metros de poder ver al comandante de los pueblos, de sus ojos brotan lágrimas. ¿Su razón de estar aquí? Hacer una promesa: «Seguir la obra de mi comandante».
Al fondo la diana, ya son las 6:00 de la mañana, el patio de la Academia Militar Bolivariana se plena de garzas que adornan el nuevo amanecer y acompañan las notas que entona la banda de honor.
A la par se escucha un coro: «Chávez vive, la lucha sigue», entonado a una sola voz por el incansable pueblo, el cual ha dormido en las inmediaciones del Fuerte Tiuna para no perder su lugar en la fila.
Irma está entre ellos con su grupo familiar: «Tengo nueve horas en la cola, estoy aquí por mi presidente, para decirle cuánto lo voy a extrañar», dice, con sus ojos café nublados por las incontrolables lágrimas.
«Fuego con llanto es amor», canta con su guitarra Manuel, quien anima a la multitud mientras avanza la cola, pues en medio del dolor los revolucionarios se animan y permanecen inamovibles en el lugar para «despedir a quien dio la vida por todos nosotros: ¡Chávez!».
Algunos pueden pensar que parece mentira que el comandante, el padre, el guía de la Patria los haya dejado, sin embargo la multitud se fortalece en el espíritu de saber que hay un legado, una nación y un hombre que nos enseñó a batallar y a luchar por la verdadera independencia.
No es fácil para los venezolanos la hora que les ha tocado vivir, pero la energía del comandante está hoy mas viva que nunca, su pensamiento y su obra se sienten en cada rincón, en cada persona, en cada sonrisa de esperanza, cada afiche que sostienen en sus manos, cada nota musical que sale de sus voces, cada gesto de orgullo y dolor, cada lágrima que corre por sus rostros.
Hay un hecho indiscutible, la gesta del comandante Chávez y la consolidación del chavismo como corriente político-ideológica es actualmente —lo que quizás muchos opositores temían y querían impedir— un impulso, una conexión, un sentimiento, un fenómeno irrepetible y nunca antes visto en la historia de Venezuela y que seguirá por muchos años más.
Por todo eso, por los logros alcanzados, por las enseñanzas, la devoción, por el esmero y por haberte consumido en favor de los más necesitados, este pueblo hoy —eterno y amado presidente— te rinde homenaje. ¡Honor y gloria al presidente del pueblo! ¡Viva por siempre Hugo Chávez en la memoria y el corazón de esta tierra bolivariana!
Por: Bianca Borrero
