Al menos 50.000 griegos han tomado el centro de Atenas durante la primera huelga general que enfrenta el gobierno conservador de Antonis Samaras en rechazo a los paquetazos neoliberales impuestos por el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La huelga de 24 horas transcurre mientras se espera la revalidación de un recorte adicional por 11.500 millones de euros al gasto público, específicamente a los salarios y las pensiones de los trabajadores.
Una nueva visita de los agentes de la troika conformada por la Unión Europea, el Banco Central Europeo y el FMI arribará el domingo a Grecia para negociar los requisitos del más reciente paquetazo puesto como condición para el desbloqueo del tramo de 31.500 millones de euros.
«Las nuevas medidas de recortes van a ahogarnos. Desde 2010 sufrimos una reducción de las pensiones de 40%», declaró el secretario general de la federación de pequeños empresarios jubilados, Stavros Konstandás.
Costas Tsikrikas, presidente del sindicato ADEDY, calificó de injustas las nuevas medidas y advirtió: «Estamos dispuestos a luchar hasta que ganemos». Mientras que el secretario general de la organización sindical, Illias Iliopoulos, condenó el intento por flexibilizar las relaciones laborales: «Si el gobierno de Samarás aprueba esta medida pensando que aumentará la productividad, esto será la guerra».
«Es un chantaje. Para no bajarnos el salario nos van a hacer trabajar un día más, mientras el paro supera el 23%. No tenemos nada que perder y lucharemos hasta el final», agregó Iliopoulos.
Entre las «medidas adicionales» para la productividad está el aumento de la semana laboral a seis días; la reducción del descanso entre turnos a 11 horas; la disminución de la indemnización por despido y del tiempo del que dispone el patrón para notificarlo.
También exige la troika la rebaja en la contribución de las empresas al Fondo de la Seguridad Social que pagan a los trabajadores.
Con información de AVN
