La Guerra Federal fue una insurrección campesina contra la oligarquía

Ezequiel Zamora nos dejó como herencia “una concepción de transformación revolucionaria que se desarrolla en su consigna Tierra y hombres libres,  rescatada hoy por la Revolución Bolivariana, bajo la guía del presidente Hugo Chávez”. Así lo manifestó el dirigente campesino y diputado a la Asamblea Nacional Braulio Álvarez, en entrevista con el Correo del Orinoco al cumplirse 153 años del asesinato del General del Pueblo Soberano, ocurrida en San Carlos el 10 de enero de 1860.

Álvarez dejó en claro que la gesta liderada por este combatiente villacurano no fue una guerra civil: “Cuando Zamora libró, con el Ejército del Pueblo Soberano, la rebelión campesina de 1846-1847 y la Guerra Federal (1859-1863) puso en marcha la insurrección popular contra las oligarquías conservadoras y liberales, que eran las clases dominantes controladoras del Estado después de 1830”.

Se trató, pues, de una guerra social, que iba mucho más allá del reclamo de tierras. Era un movimiento que buscaba libertad y la restitución de los derechos reales de los sectores populares, que se rebelaron contra la oligarquía formada por los terratenientes, “porque victimizaban a las campesinas y campesinos hundidos en la miseria, desacataban la abolición de la esclavitud, y despojaban de sus tierras a los soldados libertadores y mediante leyes de usura y altos tributos, echaban a la calle a los pequeños propietarios”.

Un hijo de pueblo

“Zamora identificó las expresiones de indiferencia social de los sectores podre osos y la tristeza y el dolor de un pueblo que veía traicionados los principios de la lucha de independencia contra  el imperialismo español que lideró el Libertador”, explicó Álvarez, y aclaró que no era un hombre rico no formaba parte de las oligarquías, como a veces se quiere hacer creer.

Por el contrario, comentó que fue “uno de esos hijos de pueblo de vida normal; pequeño comerciante o modesto bodeguero, a quien los partidarios de la oligarquía descalificaban tildándolo de ‘recoge lochas’, y que también practicó la  agricultura”.

Programa Revolucionario

Braulio Álvarez reiteró la importancia de aclarar “que la gesta zamorana no fue una rebelión contra un terrateniente o grupo de terratenientes de una región determinada, sino una guerra de esclavos y campesinos enfeudados contra la clase terrateniente en su totalidad y contra el Estado identificado con los intereses de esa clase dominantes”.

-Hay algo muy importante que a veces no asumimos y es que  Zamora con su equipo político, de alguna manera se alimentó de la fuente del marxismo y del Manifiesto Comunista porque entre los integrantes de su equipo asesor estaban José Brandford, José I. Charquert y Napoleón Abril, venidos de Francia y provenientes  de una avanzada europea de pensamiento marxista. Y Manuel Ibarra, hijo de uno de los edecanes del Padre de la Patria, que ya era estudioso del tema. En 1848 empezó a llegar esa lectura a este continente.

A propósito de esto, el diputado enfatizó que no tiene dudas de que el programa zamorano de la Guerra Federal fue un programa de gobierno “muy revolucionario para la época”.

“Para mí, en ese programa de Gobierno, Zamora deja claro que un medio de producción tan importante como la tierra en esas fechas post independencia, no podía ser privado, como no podían ser privados los Rros las montañas porque para esa fecha eso significaba que no solamente eran dueños de la tierra sino de la vida de los  seres humanos indígenas campesinos y afros, que pernoctaban en esas tierras. Por eso había esclavitud todavía pese a que el Padre de la Patria había anunciado su abolición y los Monagas habían producido un decreto dirigido a eso.

“Zamora también expresaba la visión comunal, que es la expresión que entendemos como desarrollo endógeno: las comunas productivas, la producción local, la alimentación de las comunidades, que forman parte del proyecto socialista que asume en el socialismo del siglo XXI. Eso era para Zamora un elemento de independencia, respecto al imperio español y del imperio norteamericano que ya se desarrollaba. Sobre todo cuando se hablaba de la doctrina Monroe”.

-EL ideario zamorano –dijo el parlamentario- tiene plena vigencia en el desarrollo constituyente  de leyes revolucionarias como la Ley orgánica  de las Comunas, el componente de las milicias Bolivarianas, Cuerpos de combatientes, Distritos Militares, que son planteamientos políticos e ideológicos territoriales señalados cuando ordenó 1.- cinco leguas de tierras  para uso común de cada pueblo o villa. 2.- eliminación  sistema de Cobrar Arriendo por el uso de la tierra para uso agropecuario 3.- Clasificación  de los peones de acuerdo a las labores de trabajo, 4.-  empotreramiento de 10 vacas paridas en las tierras comunes para la botella de leche a los hogares mas pobres.

-¿Conocen a Zamora los campesinos venezolanos?

-Uno de los logros extraordinarios de la parte pedagógica de nuestro proceso es que el maestro Hugo Chávez Frías, a propósito del Árbol de las Tres Raíces, hizo que la Revolución Bolivariana recuperara los ideales de libertad y justicia  del ejército zamorano, y revivió las esperanzas de redención y emancipación de las clases populares en Venezuela.

Al incluir al Zamora “como raíz del proceso del cambio que estremece la patria”, Chávez lo elevó “a la máxima categoría de la inspiración política e ideológica, porque al internacionalismo y antiimperialismo del Libertador y al humanismo creativo y transformador de Simón Rodríguez, debía anexársele el ideal que encarna el General del Pueblo Soberano”, afirmó el diputado.

De esa manera, continuó, el líder de la Revolución Bolivariana “despertó nuestra conciencia y el interés hacia nuestra historia real. Así y comenzaron a salir escritores e investigadores populares que han aporto conocimiento sobre historia y sociología colectiva. Es cuando aparece la historia de emancipación y libertad, las propuestas sobre la sociedad, y elecciones populares de mi general Ezequiel Zamora”.

-¿El Himno de la Federación plantea una línea política?

El himno es una canción de pueblo que retrata a plenitud el tipo de lucha que se estaba desarrollando, y que por cierto posee un claro sentido, convicción, de clase y lucha de clases, que muestra quienes somos los que buscamos la redención y la revolución, a la vez que condena a los godos, los hacendados, la élite de los mantuanos, que por cierto es allí donde para mí se da la contradicción fundamental que separa a Zamora de Falcón y Guzmán Blanco.

-¿En qué consistía esa contradicción?

-Falcón y Guzmán Blanco pretendían conservar la vocería de gobierno para pensadores ilustrados y miraban con desprecio a campesinos indígenas y afro y seguir protegiendo a los herederos de los latifundistas de la época de los Páez y los Monagas, a las elites económicas y del pensamiento y por supuesto mantener arrinconados sin participación política a los mas humildes de la sociedad por no saber leer ni escribir o no poseen recursos económicos para pagar su derecho a participar.

Explicó el dirigente campesino y parlamentario que eso dividió al Ejército Federalista: había dos ejércitos de liberación y los autores de tal división fueron los elementos que hicieron efectiva la traición que llegó hasta la liquidación física de Zamora en la ciudad de San Carlos, Cojedes, la mañana del 10 de Enero de 1860. Fue un acto vil y traidor, cuya autoría recae en la oligarquía criolla.

Comentó que a continuación siguió un despliegue que permitió considerar ganada la Guerra Federal -comentó- pero la división fue tal que cortó lo que sin duda alguna iba a ser un triunfo extraordinario planificado por Zamora para entrar el 20 de febrero triunfante a Caracas con los ejércitos de oriente, del sur llanero y desde Coro con el Ejército Federal:

-Solo que los ámbitos controlados por Antonio Leocadio Guzmán, Guzmán Blanco y Juan Crisóstomo Falcón lograron su propósito y se firmó con Guzmán el tratado de Coche, que consolidó la traición.

“Mataron al hombre, pero la idea, la visión de transformación se ha mantenido viva en el sacrificio y la lucha de los pueblos, año tras año, dictadura tras dictadura: ha habido una lucha muy fuerte en el campo venezolano, que cuando uno revisa las guerrillas que se hicieron presentes cuando Juan Vicente Gómez, en la época de Pérez Jiménez y en la época de Rómulo Betancourt, Leoni y compañía, no hay duda de que el espíritu de militancia revolucionaria en la zona rural, la lucha contra el latifundio, por la “Tierra y hombres libres”, por el poder popular, se mantuvo y está cristalizando en este gobierno liderizado por nuestro Comandante Chávez.

El ideario Zamorano

Según sostiene Braulio Alvarez, el pensamiento de Zamora es la victoria en pleno siglo XXl de los héroes y heroínas de aquella guerra:

-Zamora es la continuidad  de la lucha contra la esclavitud: una visión de libertad y emancipación frente al sometimiento que durante centurias han querido imponer los depredadores.

El diputado manifestó que General del Pueblo Soberano interpretó en la justa dimensión histórica las contradicciones de su tiempo y también mostró sus dotes de genio militar al ser capaz de organizar con su estado mayor de milicias sociales  un ejército con hombres y mujeres que no sabían leer, muchos de ellos esclavos que huían de los peores horrores y maltratos cometidos por los dueños de las haciendas y se incorporaban a una propuesta de vida, con fe y esperanza, de participación política, posibilidades económicas  y  sobre todo de trato humano.

-¿Qué lección da Zamora a los revolucionarios de hoy?

-El aprendizaje  es que mas allá de las victorias electorales, de los ensayos de la experiencia de las UBES (Unidades de Batallas Electorales por el Socialismo) de los patrulleros y patrulleras, y las vanguardias  del poder popular es necesario resguardar la unidad de los revolucionarios apertrechados con todos estos conocimientos y experiencias que nos brinda la historia venezolana y la dinámica mundial.

Subrayó que Chávez y la Constituyente nos dieron las herramientas  de Estado para que hagamos la revolución social antimperialista  en el campo “Recordarlo es trasladarnos al pasado más esplendoroso de la forja colectiva, cuando en cada palmo de la patria herida y sangrada, latía el deseo de asumir el destino independiente desde la perspectiva de la colectividad”.

“Cuando decimos “Los pobres no tienen nada que temer, no tienen nada que perder”, “Que tiemblen los oligarcas: no habrá ricos ni pobres” o por ejemplo “La tierra es de todos” son las consignas de mi General Zamora, que él dirigió al sector rural, a las masas campesinas que era su base social fundamental, en cambio hoy estamos hablando de la lucha contra el latifundio, de una producción, de una soberanía, de un esfuerzo que no solo se queda en Venezuela, sino que va hacia el Mercosur”.

Al decir esto, Álvarez destacó que “en este prcoeso hemos logrado para el movimiento campesino actuante la distribución de tres millones 500 mil hectáreas a pesar de los 280 campesinos que nos han asesinado Fedecámaras, Fedenaga y demás integrantes de las élites de la terrofagia”.

“Como se dijo cuando Bolívar: lo que faltaba por hacer lo estamos haciendo, las luchas podrán  ser duras y difíciles pero seguiremos venciendo, por que andamos por el sendero de los justos: camino que recorremos con Hugo Chávez  y que son los cinco objetivos históricos  y los siete ejes de desarrollo estratégico.  VENCEREMOS”, concluyó.

Correo del Orinoco

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