La mujer venezolana está preparada para asumir todos los retos

La vocación de ser bomberos y bomberas es algo que se lleva en la sangre, seres humanos que representan la nobleza y que gracias a su abnegación salen día a día a las calles con el propósito de salvaguardar las vidas y bienes de los venezolanos y las venezolanas.

Esta importante profesión, reivindicada por el Gobierno Bolivariano, ha captado a través de los años el interés en el género femenino, quienes han asumido el reto de formar parte de las filas de las instituciones bomberiles.

Dianora Suárez, funcionaria del Cuerpo de Bomberos Distrito Capital desde hace 33 años, es muestra del amor y la pasión que sienten las mujeres por este arriesgado oficio. Esta apasionada madre, esposa y bombera considera haber nacido con esa vena de siempre querer ayudar al prójimo.

Sus inicios en las filas de los hombres y mujeres de azul se remontan al año 1978 cuando a los 16 años de edad descubrió su interés por la institución “fortuitamente  conocí la labor del bombero porque ese año una hermana se quemó, los bomberos venían todos los días con entrega a ver como seguía mi hermana y eso me cautivó”.

Suárez, quien confiesa que desde niña le llamó la  atención que hubiesen seres humanos  dispuestos a ayudar al prójimo, ve los frutos de su esfuerzo y dedicación, pues recientemente fue ascendida al grado de Teniente Coronel y además se desempeña como jefa de la División de Prevención del Cuerpo de Bomberos del Distrito Capital.

Egresada de la tercera promoción femenina de los Bomberos del Distrito Capital, recuerda que posteriormente no se llevaron a cabo más ingresos femeninos.  “Hubo una pausa hasta que llegó el Gobierno Bolivariano y fue en el año 2004, luego de 25 años que se dio ingreso a una promoción integrada por 25 mujeres y posteriormente otro grupo de 15”.

Dianora señala, que existen grandes diferencias para el ingreso de la población femenina en la institución hoy en día, pues antes los requisitos para ser bombera eran más limitativos, tomándose en cuenta la estatura, contextura y edad; mientras que en este momento tienen opción de incorporarse independientemente de sus rasgos físicos.

“Hoy por hoy tenemos 60 mujeres en la escuela, es bien significativo el cambio,  mujeres que se les dan oportunidades de desarrollarse como bomberas, las herramientas para capacitarse, se le inculcan los valores, siendo alumnas tienen  respaldo social y una beca, nada de eso existía antes, el alumno ahorita cuenta con el respaldo de la institución y del Gobierno del Distrito Capital”, dijo Suárez.

 

Las mujeres al servicio de la Patria dentro de este organismo de seguridad ciudadana, han logrado durante el Gobierno Bolivariano cambios significativos  desempeñando cargos o actividades de acuerdo a sus capacidades y destrezas, destacándose en diferentes áreas como: la brigada motorizada,  rescate, medicina prehospitalaria, sala situacional, sala de control de operaciones,  División de Prevención;  así como docentes en el Instituto Universitario de Tecnología Bomberil.

Es por ello, que Suárez  evalúa y ve con alegría los grandes cambios y el avance del Cuerpo de Bomberos del Distrito Capital en estos últimos años,  por lo que considera ha habido un crecimiento en cuanto a dotación de unidades, equipos de protección personal, herramientas de trabajo, uniformes, así como en el acondicionamiento y rehabilitación de las estaciones.

“A nivel general quizá no se note, pero si comenzamos a puntualizar vemos grandes diferencias, además la mujer venezolana está preparada para todo, para atender el hogar, los hijos,  al esposo, la responsabilidad del trabajo y a  la comunidad”.

Esta aguerrida mujer venezolana quien encontró el amor en la institución bomberil hace 30 años, y tiene dos hijos de 24 y 28 años, quienes también asumieron ser héroes de la cotidianidad como una forma de vida, recuerda que durante su trayectoria ha tenido anécdotas que han logrado conmoverla.

“Me sentí conmovida con las condiciones de vida de los venezolanos cuando ocurrió la tormenta Bret, esa tragedia hizo que subiera a los barrios hacer censo y miraba con mucha tristeza la desolación, el paso de la lluvia y las personas damnificadas, la pobreza que conocí en aquella época me afectó y me dejó con más motivación de ayudar al prójimo”, dijo Suárez.

Comenta que incluso en otras épocas no había refugios para atender a las personas afectadas  y a sus 50 años de edad, señala que nunca vio que se construyeran tantas viviendas dignas en el país, como lo está haciendo el Gobierno Bolivariano.

El Cuerpo de Bomberos del Distrito Capital es una institución que a sus 75 años al servicio del pueblo caraqueño, ha formado un valioso equipo de hombres y mujeres,  quienes además realizan una labor sin límites o fronteras demostrando día a día su destreza, abnegación, valor y  su amor a la Patria.

Prensa Capital

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