Líderes de la UE muestran signos de compromiso sobre el plan de estímulo

Este lunes, los líderes de los países del norte de la Unión Europea (UE) manifestaron su disposición de comprometerse con un plan de estímulo contra el Coronavirus Covid-19 de 1,8 billones de euros (2 billones de dólares), aunque aún no se logra el consenso total de todos sus representantes.

Hasta ahora, los representantes no logran ponerse de acuerdo sobre cómo crear un vasto fondo de recuperación diseñado para ayudar a sacar a Europa de su peor recesión desde la Segunda Guerra Mundial, ni qué criterios se deben poner en práctica para crear las condiciones que deben cumplirse y lograr que los países más afectados se beneficien.

Los líderes de la UE creen que ahora tienen la oportunidad de redimirse con un plan de ayuda que demostraría a los europeos que el bloque sabe reaccionar ante una crisis.

En una nota informativa difundida por la agencia Reuters se destaca la advertencia hecha por el primer ministro neerlandés, Mark Rutte, en torno a la posibilidad de que fracasen las negociaciones.

Por su parte, el presidente de la cumbre de la UE, Charles Michel, exhortó a los 27 integrantes de la Unión Europea a hacer un esfuerzo mancomunado para rubricar un acuerdo y lograr una «misión imposible».

Michel hizo especial énfasis en la cifra de fallecidos en todo el mundo por coronavirus, la cual supera las 600 mil personas, como una manera de incentivar la reflexión de los líderes de la UE para que en la mesa de negociaciones prevalezca la unidad que se requiere.

Los antiguos agravios entre los países menos afectados por la pandemia y los países endeudados como Italia y Grecia, cuyas economías están en caída libre, han vuelto a resurgir, enfrentando a Roma con La Haya y sus aliados en Estocolmo, Copenhague y Viena.

El ministro francés de Finanzas, Bruno Le Maire, en una entrevista concedida a la televisión francesa BFM aseveró que «es necesario un acuerdo», mientras otros se preparaban para ofrecer sus criterios en la que podría ser la cumbre más larga de la UE.

La agencia de noticias Reuters, sustentada en una fuente presente en la Cumbre, resalta que en la madrugada del lunes el presidente francés, Emmanuel Macron, perdió la paciencia con los «bloqueos estériles» de Holanda, Suecia, Dinamarca y Austria, a los que luego se sumó Finlandia, dando un puñetazo sobre la mesa.

Otro diplomático confirmó el arrebato del mandatario galo, señalando que las tensiones subieron de tono hasta que la primera ministra de Bélgica, Sophie Wilmes, pidió calma.

Los diplomáticos coincidieron en plantear dentro del fondo de recuperación de 750.000 millones de euros, 390.000 millones de euros se podrían tomar en consideración como subvenciones no reembolsables; es decir, un compromiso entre el nivel de 350.000 millones que pedían los cinco «frugales» y los 400.000 millones de euros exigidos por Francia y Alemania.

No estaba claro de forma inmediata que se estuviese forjando un acuerdo, pero el canciller austríaco Sebastian Kurz dijo a la radio ORF que estaba satisfecho con las negociaciones.

«Definitivamente fue la mejor decisión que el grupo de los frugales (…) se haya formado», dijo Kurz. «Éramos cuatro, ahora somos cinco. Todos son países pequeños, que por sí solos no tendrían ningún peso».

Ambición en el acuerdo plantea BCE

En una entrevista con la Cadena SER, la ministra española de Exteriores, Arancha González Laya, aseveró que España no rechaza que se pongan condiciones a las transferencias no reembolsables de la Unión Europea para ayudar a los países a recuperarse de la pandemia de Coronavirus, ni una gobernanza fuerte para supervisar su distribución

«No rechazamos la condicionalidad. Pero queremos transparencia…Necesitamos una base que nos dé confianza a nosotros y a nuestros socios», enfatizó

Por su parte, la presidenta del Banco Central Europeo (BCE), Christine Lagarde, advirtió que resulta contraproducente alcanzar un acuerdo a cualquier precio.

«Lo ideal sería que el acuerdo de los líderes fuera ambicioso en términos de tamaño y composición del paquete (…) aunque lleve un poco más de tiempo», dijo a Reuters.

Los comentarios de Lagarde sugirieron que estaba tranquila respecto a la posibilidad de una reacción adversa en los mercados financieros si la cumbre fracasa, especialmente porque el BCE cuenta con un programa de recompra de deuda pública de más de 1 billón de euros.

Prensa Digital MIppCI / AVN / Gráfica Redes Sociales

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