Risueña, con una imagen que irradia sabiduría y delicadeza se presenta la emblemática interprete de música popular Lilia Vera, quien, escoltada por una fresca brisa vespertina capitalina, explica desde su perspectiva cómo visualiza la realidad de la industria discográfica nacional.
La cantora, que será homenajeada en la gala de clausura de la feria Venezuela Disco 2012, que se realizará hasta este domingo 19 en la Sala Ríos Reyna del Teresa Carreño, reflexionó sobre la nueva realidad venezolana que muestra el alcance de una nueva generación de artistas que se abre paso en medio de una democratización cultural.
«Estamos viviendo una etapa musical muy fructífera. Ahora tenemos algo maravilloso como Venezuela Disco, que podría considerarse como una consecuencia de la realidad de nuestro transitar artístico. El venezolano se está reconociendo por medio su música y la feria es el mejor ejemplo de eso», comentó Vera.
Al ser consultada sobre la interpretación de esa realidad, agregó: «Hay un gran florecimiento producto de ese semillero artístico que se está gestando, no solo en la musica tradicional, si no también en la musica popular venezolana. Nuestras formas sonoras se ha desarrollado con una gran avanzada revolucionaria», dijo.
Parte de ese refrescamiento dentro de la industria musical criolla es atribuido por Lilia Vera, a la nueva generación de artistas que han basado sus trabajos en el rescate y difusión de las raíces musicales del país por medio de interpretaciones, que califica como «libres de toda culpa», pero llenas de fusiones que enriquecen la evolución de los géneros.
«Tenemos un despertar juvenil que poco a poco ha encontrado un espacio para su imaginario musical y que se destaca con herramientas propias que han revitalizado no solo nuestra música, si no la forma en la que la estamos viviendo», expresó.
Ese proceso de crecimiento y renovación también es asumido por la cantora como un proceso que ha abarcado desde la musicalidad hasta la tradicionalidad de los venezolanos. «Por muchos años nos vendieron una imagen del joropo que era bailado por los hombres con movimientos amanerados, con pasos que tenían que ver mas con las culturas de México o Colombia que con las nuestras. Eso ha cambiado y lo ha impulsado la misma juventud».
Para Vera el futuro de la música venezolana se está gestando desde ahora con las nuevas propuestas y dinámicas que se han abierto espacio dentro del colectivo por encima de las individualidades. Cree que hoy más que nunca las puertas del mundo están abiertas para recibir a este oleaje de talento criollo.
«Este es el momento en que puedo decir qué siento y veo una gran generación de relevo. Los jóvenes están trabajando en una visión revolucionaria de la musica basada en nuestras raíces, sin tergiversar. Es importante la valoración que se le está dando a las nuevas generaciones porque significa que si estamos en la búsqueda de la transformación», puntualizó.
Este domingo 19, los grupos Ahora es ahora, La Cantera y Nuestra América serán los encargados del homenaje que se le realizará a Lilia Vera en la sala Ríos Reyna del TTC, en la clausura de Venezuela Disco 2012.
«Lilia Vera es una de las mejores voces de la música popular venezolana. Es parte de ese legado cultural que ha contribuido a la querencia de lo nuestro. La feria es el mejor lugar para que muestre su gran trabajo», comentó Armando Flores, director musical del Instituto de las Artes Escénicas y Musicales (IAEM), ente organizador el evento.
Nacida eun 19 de octubre, en la parroquia San Juan de Caracas, Lilia Vera es reconocida como una de las cantoras de música popular más representativa del país.
Su primera producción discográfica Pueblos tristes (1972) fue realizada gracias al auspicio de amigos, profesores y compañeros de la Universidad Central de Venezuela (UCV) y contó con canciones del también reconocido músico criollo Otilio Galindez.
Con su música ha recibido ovaciones en escenarios internacionales como: Francia, Alemania, México, República Dominicana, Cuba, España y Puerto Rico.
Cuenta en su haber con las producciones discográficas: Pueblos tristes (1972); Lilia Vera (1973); Lilia Vera vol. II (1976); Lilia Vera vol.III (1976); Lilia Vera vol. IV (1977); Lilia Vera y su nuevo canto (1979); Lilia Vera y Pablo Milanés (1981).
Así como Lilia Vera: aguinaldos y parrandas (1982); Lilia Vera de América vol. I (1983) y Cantos, cuentos y juegos infantiles (1986).
En las décadas de los 90 y 2000 realizó las obras Lilia Vera ,18 grandes éxitos (1994), Cantando y cantando (1995), Pajarillo verde (1997), Grandes éxitos, serie 32 (1998) y América insurgente (2004).
AVN
