Limardo recuerda a Chávez por darle a los atletas la oportunidad de soñar en grande

Los tiempos de anhelos frustrados quedaron en el pasado desde su llegada a la Presidencia y una respuesta inmediata y el verdadero interés hacia los atletas son razones para nunca olvidarlo, «Hugo Chávez nos abrió el camino», destacó este miércoles el campeón olímpico Rubén Limardo.

Durante una entrevista en Venezolana de Televisión, Limardo habló del respaldo que el Comandante (Chávez) brindó al sector deportivo, que «cambió el rumbo de los atletas y garantizó un futuro de oportunidades y éxitos».

«Gracias a que él le metió la mano al deporte pudimos conquistar la medalla olímpica después de tantos años, así como muchas medallas más por parte de los competidores en ascenso», resaltó.

Limardo destacó que desde el momento en que Chávez asumió el reto de reivindicar a los atletas, crear el Ministerio del Deporte y reformar la Ley que rige las políticas de este sector «comenzamos a soñar en grande, ya podíamos presentar proyectos para masificación y el alto rendimiento, nos daban respuesta rápido y aprobaban los recursos».

«Cuando las cosas no estaban funcionando como debían, uno le pasaba la información y de una vez él tomaba cartas en el asunto, rápido se resolvía el problema. Siempre estaba allí para apretar la oreja», agregó.

Para el campeón de la espada masculina en los Juegos Olímpicos Londres 2012, lo que Hugo Chávez significa en el deporte nacional es inclusión, respeto e igualdad. «Ya no solamente era el fútbol o el béisbol sino la esgrima, las pesas y todos los deportes amateur que vienen creciendo», expresó.

Si algo no olvidará el bolivarense es la llamada que el le hizo el Presidente 1º de agosto de 2012 para felicitarlo por haber conquistado un oro olímpico para Venezuela, luego de 44 años, desde la presea del boxeador Francisco «Morochito» Rodríguez, en 1968.

«Me llamó para darme las gracias, para felicitarme y saber cómo estaba. Allí confirmé que era una persona muy sencilla, humilde, diferente a como lo pintaban en los medios de comunicación, era excelente, hasta nos contaba chistes», recordó.

El espadista contó que quería obsequiarle una réplica de su presea dorada al líder de la Revolución Bolivariana pero no hubo tiempo. Sin embargo, recordó cuando el día en que el Comandante le obsequió una copia de la espada del Libertador Simón Bolívar, «yo quise colgarle la medalla en su cuello para que supiera lo que se siente pero él no quiso, me dijo que esa era mía, entonces la agarró y le dio un beso».

Limando insistió en que para ser una gran potencia deportiva se debe mantener el legado de Chávez y fortalecer las políticas de Estado, pues sólo así se hará realidad el sueño de convertir a Venezuela en una patria reconocida por sus atletas.

AVN

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