Maduro, celebramos tus 57…

Con una forja política como la del acero, antiimperialista de naturaleza y con una extraordinaria sensibilidad social, ha transcurrido la vida del Presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, quien hoy comparte con su pueblo la alegría de la vida en su cumpleaños 57.

Un Bolivariano por convicción y defensor irreductible de la paz, lleva las riendas de la tierra del Libertador Simón Bolívar y el legado del Comandante Eterno Hugo Chávez, para consolidar la Revolución que conduce al Socialismo del Siglo XXI.

Como un venezolano, sencillo y humilde, Maduro creció entre el estudio, el deporte y la cultura popular que se vivía en las parroquias El Valle y San Pedro de Caracas y acompañado de sus hermanos y de sus padres quienes sembraron en él valores que le han permitido superar desafíos, soñar y alcanzar victorias en su entorno político, social y familiar.

Como cualquier joven de la época de los años 70, 80 y 90, se encontró con los tiempos de turbulencia que vivía Venezuela en la Cuarta República, donde un pueblo entero clamaba desesperadamente por cambios sociales que le eran negados por las burguesías y élites históricas que se hacían del poder para arrebatarle a los humildes el derecho al estudio, la alimentación y la salud y donde reinaba la represión por las ideas de emancipación.

También el mundo estaba convulsionado. La Revolución cubana era inspiración con Fidel, el Che y Camilo al frente y especialmente los jóvenes clamaban la paz para Vietnam que era víctima del genocidio gringo. Las ideas liberadoras de Salvador Allende se sumaban y entonces ya Maduro se sumergía en el debate de las ideas, en la rebeldía de la canción necesaria de Alí Primera y el tiempo lo coloca en las filas del Movimiento Político Ruptura-PRV.

La lucha estudiantil lo sumerge en la continuidad política ideológica de izquierda radical y se incorpora al Movimiento Estudiantil por la Unidad del Pueblo, Liga Socialista, con su consigna “El Socialismo se conquista peleando”, que se acompañaba de su arrechito (figura de obrero con puño izquierdo en alto y una inmensa estrella roja), bajo el liderazgo del siempre recordado y mártir revolucionario, Jorge Rodríguez, (padre), quien fue asesinado en los sótanos de la Disip de entonces.

Los tiempos corrían y para Maduro, la lucha por la unidad de los movimientos populares, lo sumergen en la cotidianidad de las pintas y consignas en las paredes, los afiches, las bateas, el multígrafo y el periódico Basirruque.

La represión de los gobiernos de turno era feroz y se consumaba con el asesinato de los cuadros políticos de izquierda, la persecución y la tortura en las cárceles.

En la búsqueda por la acumulación de fuerzas de todo el movimiento revolucionario, sorprende la insurrección popular del 27 de febrero de 1989, con el Caracazo como respuesta a las medidas económicas neoliberales desarrolladas por el gobierno de Carlos Andrés Pérez, y dirigidas desde la Casa Blanca.

Más tarde, este despertar, condujo a otro… La rebelión cívico militar del 4 de febrero de 1992, dirigida por el hombre que con su ideología partió la historia en dos, era Hugo Rafael Chávez Frías, que con su “Por ahora”, despertó y reclutó la esperanza de la militancia revolucionaria y de un pueblo que renacía para sumarse a las filas de un proyecto social revolucionario.

Nicolás, traía el fragor de la lucha obrera del Metro de Caracas, que a finales de los 80, sumaban alianzas con sindicatos rojos en los que se contaban los tribunalicios, gráficos, eléctricos, comunicaciones Cantv y educativos. Estos se unían a los movimientos estudiantiles universitarios. Todos eran aliados civiles del MVR-200, movimiento político-militar que impulsaba la liberación del Comandante Chávez, entonces preso en Yare, junto a sus compañeros de armas.

Nicolás, se convierte en el correaje entre el Comandante Chávez y los movimientos populares. Allí, Chávez lo identifica con el seudónimo de “El verde”.

La hoy Primera Combatiente, Cilia Flores, compañera de grandes luchas de Nicolás, fue también una de las principales defensoras y garantes de la libertad de Chávez.

Con Hugo Chávez en la calle, se define la toma del poder político a través de elecciones y nace el Movimiento Quinta República, del cual forma parte Nicolás.

El líder de la revolución Bolivariana, siempre le encomendó grandes tareas y desafíos a Nicolás Maduro. Uno de ellos y más importante de la época fue la recolección de las propuestas que engrosarían en un gran debate nacional de todos los sectores la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela, aprobada por el soberano en 1.999.

Chávez, le asignó nuevas tareas a lo largo de dos décadas donde se consolidaba una vertiginosa carrera política para Maduro con inmensas responsabilidades como la creación de la Central Bolivariana de Trabajadores, la consolidación de la Diplomacia de Paz Bolivariana en su ejercicio como Canciller de la República, que abría nuevas compuertas para el mundo pluripolar y multicéntrico como el Alba –TCP, Unasur y Mercosur.

Fue el 8 de diciembre de 2012, cuando el gigante le entrega la responsabilidad más grande al pueblo para que con una confianza construida con lealtad y trabajo, se elija a Nicolás Maduro, como presidente de la República, ante la posibilidad de una falta absoluta de Chávez.

Con la siembra del líder revolucionario el 5 de marzo de 2013, los tiempos políticos llevan a Nicolás a uno de los más grandes desafíos para conducir las riendas del país.

Ya electo presidente por el soberano el 14 de abril del año 2013, y venciendo a los terribles enemigos de la paz que, desde Washington, juraban el fin de los tiempos, Maduro, se eleva con su fortaleza, sabiduría y valentía para cargar con el legado del Comandante Eterno Hugo Chávez y venciendo las pretensiones del fascismo avanza para consolidar la felicidad del pueblo.

Atacado como nunca antes lo había sido algún mandatario de nuestra nación, el imperialismo no le perdona a Maduro que se hayan construido cerca de 3 millones de viviendas para el pueblo humilde, que más de 10 millones de venezolanos tengan educación pública, gratuita y de calidad, que más de 4 millones de abuelos y abuelas tengan una pensión o que haya un sistema de salud que arrope a todos por igual, sin que se imponga el mercantilismo, o que en medio de una feroz guerra económica la clase obrera se vea favorecida con seguridad social integral y que el pueblo tenga igualdad de oportunidades. Las alamedas están abiertas para consolidar la Venezuela Potencia.

Como hombre de paz, Nicolás ha mantenido el diálogo como camino de la estabilidad política del país frente a la intención del hegemon de dominar a nuestra nación y por ello hoy Venezuela está en paz.

…Hoy en su cumpleaños 57, el pueblo reivindica la noble lucha de Nicolás Maduro, y como dijo el Comandante Carache, Argimiro Gabaldón, “Somos la vida y la alegría en tremenda lucha contra la tristeza y la muerte” …

¡Junto a Nicolás, nosotros venceremos!

Prensa Digital MippCI / Vicepresidencia T: Yndira Visnú

Send this to a friend