Maduro rinde tributo al gigante Fidel Castro en la Plaza de la Revolución

La Habana, Cuba. El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, llega a la Plaza de la Revolución para rendirle tributo al líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz.

A su arribo al aeropuerto internacional José Martí, de la Mayor de las Antillas, el jefe de Estado y de Gobierno expresó: «Venimos a acompañar al pueblo de Cuba como quien acompaña en su casa a la familia, somos la familia que logró unir Fidel y Chávez, que lograron visualizar Bolívar y Martí, somos una familia de cariño compartido, de respeto compartido para las buenas, para las malas y sobre todo para rendirle homenaje a este gran gigante».

«Así que al pueblo de Cuba, a la familia de Fidel, a Dalia, a sus hijos, todo nuestro acompañamiento, toda nuestra hermandad y toda nuestra fuerza».

El embajador de la República de Cuba ante la República Bolivariana de Venezuela, Rogelio Polanco, informó que el homenaje póstumo al líder histórico de la Revolución Cubana, inició este lunes 28 de noviembre y se prolongará hasta el próximo 4 de diciembre, durante la apertura de la embajada cubana para que los venezolanos plasmen en el libro de condolencias, su último adiós a Fidel.

Agradeció las «muestras de solidaridad, afecto, de admiración de todos los pueblos del mundo y especialmente del pueblo y el Gobierno de Venezuela (…). Fidel estará unido a la Revolución Bolivariana por siempre. Durante estos años dedicó parte de sus vitales energías a defender la Revolución Bolivariana y a luchar por la victoria de sus ideas».

«El mejor homenaje que podemos brindar desde Venezuela es la continuidad de la lucha por la que él ha ofrendado su vida y dedicó todas sus energías. Hoy no estamos diciendo adiós a nuestro guia, a nuestro líder histórico de la Revolución, estamos comenzando el viaje junto a él, a la inmortalidad de sus ideas; las ideas de justicia, de solidaridad, de dignidad que no podrán ser borradas de ninguna manera, estarán junto a su nombre por los siglos de los siglos (…).

Por Maryuri Varela

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