Mare Abajo: Urbanismo de Vargas que supera con creces la justicia social

Demoler ranchos, levantar viviendas dignas y reubicar a cientos de familias en estos espacios muestra a los venezolanos los resultados de una gestión que, como dijera el ministro para la Vivienda y el Hábitat, Ricardo Molina, «se están convirtiendo en algo cotidiano, pero no dejan de ser extraordinarios».

Tal es el caso de Mare Abajo, parroquia Carlos Soublette del estado Vargas, donde el Gobierno Nacional y Estadal realizan la transformación total de un área que antes estaba abandonada, lejos de toda política gubernamental. Era como una zona fronteriza olvidada por los entes de poder capitalinos, paradójicamente situados a pocos minutos de distancia.

Antes, los ranchos improvisados, con vías polvorientas sin iluminación, carentes de aceras y caminerías, predominaban el paisaje, cuyo potencial había sido ignorado por años. Las plazas de Los Negros y de Los Blancos eran tímidos espacios urbanos levantados por una comunidad que luchaba por existir, en medio viviendas con deficientes pozos sépticos, sin agua, transporte deficiente, mala iluminación y políticas públicas que sólo paliaban el día a día. Esto sin contar los numerosos recovecos de difícil acceso, muy bien utilizados por el hampa.

Hoy, ante la vista impresionada de muchos (sobre todo de quienes viven en la región) Mare Abajo ha dado un cambio radical que ha elevado la calidad de vida de sus pobladores. La nueva autopista Bicentenaria, que cuenta con más de cinco kilómetros que comunican a Playa Verde con Punta Gorda, ha permitiro la rehabilitación de playas como Oasis y Surfista y la colocación de parque infantiles en Algarín y en Las Pailas.

En este eje se han edificado sólo 11 edificios de un total de 41, lo cual implica más de 900 familias beneficiadas sólo en este eje habitacional y turístico. En Vargas se han entregado hasta la fecha 1.300 viviendas y se construyen otras 14.000, informó el gobernador de la entidad, Jorge Luis García Carneiro.

De la mano con el pueblo

Ángelo Salazar pertenece al consejo comunal Atanasio Girardot del urbanismo Manuelita Sáenz, del cual se entregó la primera torre, con sus 20 apartamentos. Es además miembro del comité de tierras del sector y contribuyó a levantar la información del censo poblacional.

«Hicimos una labor fuerte, levantamos las carpeta, hicimos seguimiento de cada uno de los casos y ahora vemos con orgullo que es una realidad la entrega de estos apartamentos; se tumbaron los ranchos que ahí había y aún estamos a la espera de la construcción las nuevas torres», dijo.

El esfuerzo conjunto le dio un nuevo hogar a Zaida Martínez, quien antes vivía en condiciones «bastante insalubres por inundaciones de aguas negras». Además, compartía su vivienda con los matrimonios de sus dos hijos.

«Aparte de eso teníamos más de 10 años alquilados, pero ahora me beneficiaron con un apartamento y mis hijos ya tienen los suyos individualmente. Es por eso que digo que realmente sentimos la justicia social. Es algo maravilloso pues todavía en la mañana me despierto y miro al techo y pregunto: ¿Será verdad? ¡Sí es verdad! Por eso es importante que la gente vea que la Gran Misión Vivienda Venezuela es real, es un hecho», dijo.

Olga de Morales también vivía con sus hijas, ambas madres solteras, y ahora cada una tiene una vivienda digna. «El cambio es del cielo a la tierra aunque nos costó salir de la casita porque vivimos allí 22 años, y vimos con dolor cuando la demolían, pero de verdad que vale la pena, por lo que le doy gracias a Dios y al gobierno que han pensado en el pueblo, porque una vivienda es primordial para la familia».

Higinio Rodríguez vivía «a la orilla de la playa». Dice estar agradecido por la intervención que ha tenido el Gobierno en Mare Abajo, la cual se ha beneficiado a todos por igual. «Es verdad, hay que reconocer este logro que se dio a un pueblo que lo necesitaba.»

Refirió, además, que los beneficios han llegado en diversos niveles a todos, pues «si antes no ayudaban a nadie y ahora sí, indudablemente que todos tenemos un beneficio, sea para quien sea, y eso es bonito».

Espacios para el deporte

Recientemente, se realizaron encuentros de voleibol de playa en Mare Abajo, enmarcados en los Juegos Venezolanos de Institutos de Educación Superior (Juvines), lo cual motivó la inclusión de estos espacios en la programación que se prepara de cara a los III Juegos Suramericanos Playa Vargas 2013, informó Onán Villaroel, presidente del Instituto de Deporte, Actividad Física y Educación Física de la Gobernación.

Antes las personas evitaban transitar por esta zona, ahora la gente trota por el boulevard y aún en horas nocturnas hacen deporte o, sino, permenecen sentados en familia, pasando un rato agradable en la arena de las playas iluminadas y con la presencia constante de efectivos policiales.

Allí hay actividades recreativas y hasta alquiler de caballos frente al mar. En un futuro próximo, García Carneiro anunció la colocación de pistas de karting y otros atractivos turísticos.

Reubicación de negocios

Carlos Ibarra recibió su apartamento en la zona y reconoce que «la iniciativa (del gobierno) es buena y aún puede ser mejor si toman en cuenta a las familias que teníamos nuestros negocios, locales o talleres dentro de nuestras casas». En tal sentido, pide celeridad en dar respuesta a quienes se encuentran en esta situación.

Ante esta inquietud el García Carneiro anunció el su gobierno reubicará este tipo de negocios pues, debido al carácter residencial, no está prevista la colocación de talleres mecánicos ni establecimientos similares.

Denys Silva / AVN

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