Un total de 384.162 vencedores y vencedoras de la Misión Robinson 1 y 2, junto a 243 maestrantes en Educación de varias partes del país se graduaron este viernes.
En el Teatro Municipal de Caracas estuvieron presente graduandos de los estados Vargas y Miranda, así como del Distrito Capital, en un acto que estuvo encabezado por la ministra para la Educación, Maryann Hanson, y que además contó con la asistencia de facilitadores y coordinadores de dicho programa educativo, así como la coral del despacho educativo, que abrió la ceremonia con la interpretación del Himno Nacional y dos piezas tradicionales venezolanas.
La Misión Robinson 1 está dirigida a a la alfabetización y la 2 a la consecusión de la educación primaria. Del total de graduandos, 78.738 egresaron de la primera etapa y 305.424 de la segunda.
En cuanto a la maestría en Educación, los profesionales egresaron en las menciones de Salud, Salud Escolar, Supervisión o Educación de Adultos, gracias al convenio de cooperación Cuba-Venezuela.
Durante la actividad, Hanson resaltó: «Seguimos siendo territorrio libre de analfabetismo. No obstante, continuamos aún en la batalla por enseñar a leer y a escribir a unos 400.000 ciudadanos y ciudadanas mayores de 61 años, así como en la batalla por el 6º grado y próximamente por el 5º año de secundaria».
Apuntó que actualmente se contabilizan 1 millón 744 mil alfabetizados en el país «más lo que hemos logrado en la batalla por el 6º grado, por lo cual estamos muy contentos».
«La Misión Robinson me hizo volver a nacer»
Carmen Echezuría Pérez es de Caracas y forma parte de esta cohorte de la misión: «Mi hijo sufrió un accidente, murió y yo no quería saber nada de nada y menos estudiar, pero varios amigos me aconsejaron que debía seguir adelante, me motivaron a acudir a la misión y aprendí a leer, a escribir, los números y la primaria».
Esta ciudadana dijo sentirse orgullosa y expresó su emoción por haber cambiado su vida a través del estudio. «El impacto en mi vida fue radical, antes tenía que depender de mi hija hasta para ir al banco y llenar una simple planilla, pero ahora puedo hacerlo sola, por eso quiero seguir estudiando y echar para adelante. La Misión Robinson me hizo volver a nacer, antes no sabía nada de nada».
AVN
