Jesús Martínez, ministro para el Trabajo, destacó este jueves que “el año 2013 marcó una transformación profunda en Venezuela“, pues implicó la reunificación del movimiento popular.
“Nos transformamos como pueblo, ya no era el pueblo que se levantó el 27 de febrero de 1989 sino un pueblo que se convirtió en Hugo Chávez, que asume la responsabilidad de garantizar la continuidad del proceso revolucionario“, expresó durante entrevista en Venezolana de Televisión.
Asimismo, estimó que la puesta en práctica de las misiones sociales fue “generando la necesidad de planificar en función de resolver las principales necesidades, creando formas de organización que apuntaban a la comuna”.
Por otro lado, el ministro señaló que uno de los principales retos de la revolución es el impulso de la productividad, que “debe ser alcanzada a partir de la adquisición de la conciencia de clase obrera por parte de los trabajadores”, para que desarrollen “la planificación y el control del costo de producción en función de la distribución justa de las riquezas”.
La Fuerza Armada Nacional Bolivariana (Fanb), refirió Martínez, es un ejemplo de toma de conciencia de clase, porque “no es una Fuerza Armada que se ve fuera del pueblo para reprimirlo, sino como parte de él”.
Explicó que muchos empresarios ordenan a los trabajadores esconder los productos o participar en el remarcaje de precios, “constituyéndose en una práctica de los venezolanos contra los propios venezolanos”. En este sentido, resaltó la importancia de “asumir una ética de clase obrera, que rompa con la línea perversa de los capitalistas”.
Con respecto a la posibilidad de establecer un diálogo entre empresarios y el movimiento de trabajadores estimó que el mismo tendrá buenos resultados si existen puntos de encuentro en cuanto a la libertad, la soberanía y la construcción de una lógica contraria al consumismo.
AVN
