Un total de 33 mil pacientes de 20 países han sido beneficiados en Venezuela por la Misión Milagro, informó la ministra para la Salud, Eugenia Sader.
«(Estos pacientes) no tienen (en sus países) programas como Misión Milagro o no tienen acceso porque viven en comunidades muy lejanas. Allí las comunidades se organizan y se dirigen a nuestras embajadas pidiendo participar en la Misión Milagro», dijo en el programa Contragolpe, que transmite Venezolana de Televisión.
Indicó que a través de la línea aérea venezolana Conviasa se brinda la posibilidad de traslado a estas personas para poder ser atendidas en el país.
Asimismo, explicó que luego de que un grupo de médicos venezolanos chequean cada caso, se emite el diagnóstico y finalmente se seleccionan a los pacientes que serán beneficiados.
En Venezuela, la Misión ha favorecido a personas de Ecuador, El Salvador, Colombia, Brasil, Guatemala, Perú, Chile, Puerto Rico, Honduras, Paraguay, Costa Rica, Nicaragua, República Dominicana, Uruguay, Bolivia, Argentina, México, Portugal, Italia y Belice.
«Este es un programa totalmente gratuito del Gobierno Bolivariano, que el único requisito que exige es solicitar la atención médica», comentó.
Recordó que un millón 549 mil personas se han beneficiado con la Misión Milagro desde el 2005 hasta la actualidad.
La ministra Sader destacó que anualmente la Misión Milagro está realizando casi 200 mil intervenciones y acotó que el programa social cuenta con un comité que recibe a las personas de otros países, para atenderlas de manera integral.
Precisó que al llegar a Venezuela, estas personas reciben un maletín que contiene un par de lentes para el postoperatorio, el tratamiento y gotas oftálmicas. A pacientes de escasos recursos, se les entrega pijamas y ropa para utilizar durante su estadía en el país.
En 2004, la Misión Milagro nació en Cuba con pacientes venezolanos, pero fue un año y medio después, en octubre del 2005, cuando Venezuela asumió la potestad de este programa, tras haber firmado un acuerdo de cooperación con el país caribeño, cuya meta es operar a 6 millones de personas, tanto venezolanas como extranjeras, en 10 años.
