El Monumento al Desarme, es una obra artística de carácter urbano que llama a la convivencia y la paz. Es un “No” a la violencia, una invitación a sumarse al esfuerzo conjunto entre el Gobierno Bolivariano y las comunidades para promover las zonas libres de armas en el país.
Es el símbolo que en Venezuela se cree y se trabaja por el desarme, tal como es la labor diaria de funcionarios del Servicio Nacional para el Desarme en concientizar a niños, niñas, adolescentes y al Poder Popular, acerca del daño y peligro que conlleva manipular armas de fuego.
Esta escultura con forma de paloma en vuelo, está fabricada con alrededor de 800 piezas de armas de fuego (escopetas, revólveres y pistolas), con láminas y perfiles de acero inoxidable, además de varillas de plata y estaño y está colocada sobre un pedestal que la convierte en un monumento de 6 metros de altura. Su creadora es la arquitecta María Centeno, quien la define como una obra que simboliza e insta a la paz.
En su proceso de fabricación intervienen profesores y estudiantes, de entre 16 y 18 años, del Instituto Nacional de Capacitación y Educación Socialista (INCES) en su sede de Caricuao, por lo que su esencia alberga el espíritu de la juventud venezolana que ha elegido hacer grande a esta Patria.
Son armas que un “día estuvieron dentro de la comunidad y de la violencia, y que ahora forman parte de este Monumento al Desarme”, dijo el ministro del Poder Popular para Relaciones Interiores, Justicia y Paz (Mpprijp), Néstor Reverol, al develar el primer monumento en septiembre de 2016, en la parroquia La Candelaria, en Caracas, a propósito del Día Internacional de la Paz.
El segundo monumento fue develado en Anzoátegui en el Paseo de La Cruz y el Mar, en junio de 2017; luego en este mismo año en septiembre, fue inaugurado en el Parque Metropolitano de la Salud y de la Paz, ubicado en la ciudad de Maracaibo. Posteriormente, en diciembre del 2017 en el estado La Guaira, en Punta de Mulatos, fue instaurado la cuarta escultura, mientras que en año 2018 fue develado en el estado Portuguesa el quinto monumento.
Las armas de fuego que componen esta escultura han pasado previamente por un proceso de inutilización, conforme a los procedimientos que determina el órgano de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, con competencia en la materia y tras las experticias y pruebas conexas correspondientes, en caso de la presunción de la comisión de un hecho delictivo, según se establece en los artículos 94 y 97 de la Ley para el Desarme y Control de Armas y Municiones, promulgada en junio de 2013.
El objetivo es que cada entidad del país, cuente con un monumento, para resaltar la importancia de una sociedad libre de armas de fuego y fortalecer la campaña contra el culto a las armas en las comunidades.
Prensa Digital MippCI / Prensa Mpprijp
