El movimiento social de Voluntarios por Venezuela realizará un acto para homenajear a los héroes que murieron por salvar a otros en la tragedia de Tacoa, ocurrida hace 32 años, específicamente el 19 de diciembre de 1982, en el entonces departamento Vargas, actual estado Vargas.
El presidente de la Asociación de Voluntarios en Vargas, Franklin García, explicó que para esa fecha se planificó un acto central a la 1:00 de la tarde en el panteón del Cementerio General del Sur, ubicado en Caracas.
«Invitamos a todos los familiares, a toda la colectividad, a los organismos de seguridad que quieran asistir porque va a ser un acto diseñado por nosotros los voluntarios», dijo en entrevista en el programa Contraste, transmitido por el canal Venezolana de Televisión.
Por su parte, Miguel Rivero, vicepresidente de la Asociación de Organizaciones de Voluntarios en Vargas, y quien para el momento de la tragedia tenía 16 años, recordó que este hecho «fue para nosotros el comienzo de la unión del voluntariado (…) fue muy duro al llegar porque no era como pensábamos, no era como nos habían informado. Tacoa fue una lanza de aprendizaje para impulsar el voluntariado en Venezuela».
Rivero agregó que en la actualidad, según un último censo realizado, existen 554 organizaciones de voluntarios, conformadas por un total de 56.645 personas inscritas. Sin embargo, Rivero señaló que ellos como movimiento tienen registrado 70.000
Douglas Arocha, coordinador nacional del movimiento, invitó a todo el pueblo a sumarse a las filas de los voluntarios «en cada comunidad. A nivel nacional hay grupos de voluntarios y en todas las puertas están abiertas para aportar su granito de arena».
Hace 31 años, en Arrecife, estado Vargas, se produjo el accidente de la planta termoeléctrica Ricardo Zuloaga, también conocida como Planta de Tacoa, perteneciente a la familia Machado Zuloaga, entonces propietaria de la Electricidad de Caracas, hecho en el que perdieron la vida 180 personas.
Luego de 32 años del suceso —ocurrido durante el gobierno del presidente copeyano Luis Herrera Campins— aún no se conocen las causas que produjeron la explosión del primer tanque. Algunos expertos sugieren que una transferencia de calor ocasionó el siniestro del tanque número 9, mientras que otros plantean que, por falta de experiencia, los bomberos quisieron apagar el fuego echándole agua, lo que habría causado la segunda explosión.
En un artículo publicado en diciembre de 1984, titulado Tacoa: no al olvido, el periodista Miro Popic destacó el silencio de los medios de comunicación social, dos años después de los sucesos.
«Extinguido el fuego, disipado el humo, se apagaron también los encendidos editoriales de los primeros días pidiendo justicia. Hoy, casi nadie quiere ya hablar de que el poder de los culpables es mayor que el de las víctimas y de sus familiares y amigos», subrayó.
Popic denunció en aquel entonces el retraso del proceso de investigación, así como la falta de acceso de la opinión pública a los informes realizados por las autoridades.
Advirtió que la responsabilidad del siniestro no recaía sólo en manos de la Electricidad de Caracas sino que era compartida por el gobierno de Luis Herrera Campins. «Está comprobado que el día del incendio no funcionaron los sistemas de seguridad, los equipos estaban en estado deficiente y no aptos para ser usados, y el diseño de prevención de incendio no era acorde con la magnitud de las instalaciones».
AVN
