Muerte en Berruecos, el filme sobre el asesinato de Sucre llega a las salas en marzo

El general Antonio José de Sucre recibe cuatro disparos la mañana del 4 de junio de 1830 en lo que se considera el primer magnicidio ocurrido en Suramérica. Este asesinato es el hilo conductor que utiliza el cineasta Caupolicán Ovalles para retratar una historia sobre la lucha del poder, «y la confabulación para acabar con una persona que de seguro, si hubiese permanecido viva, la historia de América del Sur hubiera sido otra».

Luis Gerónimo Abreu como el Capitán Alejandro Godoy.

Se trata de la película Muerte en Berruecos, un thriller con personajes que transitan entre los años 1830 y 1840. Fue escrita por Ovalles y Edgar Narvaez y llegará a las salas de cine del país el próximo 23 de marzo.

La obra se centra en la investigación del asesinato de Sucre realizada por el Capitán Alejandro Godoy, interpretado por Luis Gerónimo Abreu, dado que la visión del equipo no era realizar una biografía del prócer, reseña una nota de prensa de la Villa del Cine.

«Esto es más bien una película policial de época. Es un thriller policial, lo manejamos así y fundamentalmente es un crimen que no se ha resuelto todavía, digamos que hay muchas aristas que no están mezcladas (…) En la película le estamos dando elementos de diferentes testimonios, de diferentes puntos de vista de cómo fue asesinado Sucre, mediante las declaraciones que hacen personajes que están vinculados», dijo Ovalles, citado en el boletín.

Reto de investigación y creatividad

Muerte en Berruecos tomó casi tres años de investigaciones en las múltiples bibliografías de Sucre, y tanto Ovalles como Narvaez contaron con los expedientes del proceso para recrear los intrincados intereses ocultos, los culpables y los actores intelectuales de una confabulación interna para asesinar a quien fuera el más leal de los soldados de Bolívar.

En 2013, este largometraje recibió financiamiento para el desarrollo de proyecto cinematográfico por parte del Centro Nacional Autónomo de Cinematografía (CNAC), y el proceso de la búsqueda de actores se activó.

Caupolican Ovalles, director de Memorias de un soldado y guionista de Archivo Criminal.

Para Ovalles, esta etapa fue una de las más interesantes: «Buscamos ciertas características que nos sirvieran, que nos relacionaran con el perfil de los personajes que nosotros habíamos trabajado y de esa manera llegamos a darle forma a la película», cuenta.

Otro de los retos que enfrentó el equipo fue recrear un espacio geográfico y una época que va de 1830 a 1840, en Bogotá y Quito. Para esto el equipo filmó en Colombia y Panamá. En Venezuela, Caracas y los Andes fueron los escenarios seleccionados para darle vida a Muerte en Berruecos.

El recientemente fallecido cineasta Diego Rísquez fue el encargado de la dirección de arte. Para Ovalles, el trabajo de Rísquez fue extraordinario: «Creo que fue uno de los últimos trabajos que hizo. Diego era un especialista en el área, una persona que trabajó mucho en esa época, además de ser un gran artista, era un gran amigo».

Prensa Digital Mippci / AVN

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