La nueva sala de cine digital Manuelita Sáenz, ubicada en el Teatro Bolívar, será el espacio donde iniciará el 1er. Festival Internacional de Cine Caracas, con la proyección de la película El niño Rojo, obra del destacado cineasta chileno Ricardo Larraín, inspirada en la vida de Bernardo O’ Higgins, el padre de la patria chilena.
Esta será la primera vez que la sala Manuelita Sáenz abra sus puertas luego de que en abril pasado el Teatro Bolívar, nuevo espacio cultural del centro de Caracas, fuera recuperado y reinaugurado para el disfrute de la familia, durante el III Festival de Teatro de Caracas.
«La sala Manuelita Sáenz es una sala de cine digital que cuenta con la tecnología más moderna. Tecnología que hasta ahora sólo había estado en manos de los exhibidores privados», comentó Blanca Rey, Secretaria de Identidad Caraqueña de la Alcaldía de Caracas, desde las instalaciones del Teatro Principal.
En entrevista con la Agencia Venezolana de Noticias, a propósito de la inauguración del festival de cine, evento que en su primera edición presentará 81 películas creadas en Latinoamérica y el Caribe —con la participación de Puerto Rico como país invitado—, se iniciará a las 4:00 de la tarde, y permitirá a los caraqueños realizar una suerte de ruta por la historia del cine en el país en un evento que lleva el nombre «Y la foto se movió».
Este evento, comentó Rey, será una actividad de calle que le permitirá a los caraqueños reencontrarse con el cine venezolano, concebido como un hecho mágico que revolucionó el arte en el país.
«Será una ruta histórica del cine venezolano, para que el pueblo pueda conocer sobre las películas y personajes que han contribuido a que nuestro cine sea hoy lo que es: un cine que cada día es de mejor calidad, y que a los venezolanos les gusta ver», comentó.
Recordó que en las principales ciudades de países de Latinoamérica, es común observar el desarrollo de festival y circuitos de cine, por ello, el Festival Internacional de Cine Caracas saldará «una deuda que se mantenía con el pueblo caraqueño», quien hasta ahora no había podido disfrutar de un programa cultural de este tipo.
«Hemos tenido un Festival de Teatro de Caracas, ferias del libro, un Festival de Poesía, pero no un Festival Internacional de Cine Caracas. Esta es una deuda que tenía el Gobierno con el pueblo caraqueño», dijo.
El pasado jueves, el 25% de la boletería para asistir al festival ya se había agotado. Hasta el momento, las dos películas más demandadas por el público han sido El Regreso, de Patricia Ortega; y Azú, alma de princesa; de Luis Alberto Lamata, ambas de producción nacional.
Este hecho, afirmó Rey, certifica que el pueblo venezolano disfruta cada vez más su cine, apropiándose de las salas y dándole otra mirada al cine nacional.
AVN
