Pacientes del Cadiológico son tratados con humanidad y entrega

Entre nervios, plegarias elevadas a Dios y a la Virgen, lágrimas y preocupación transcurrieron las cinco horas de Eneiddiser Calles mientras operaban a su pequeño Diego Andrés Gutiérrez, de un año de nacido.

El bebé fue intervenido hace una semana en el Hospital Cardiológico Infantil de Venezuela Dr. Gilberto Rodríguez Ochoa, en Caracas, de una Tetralogía de Fallot -cuatro malformaciones del corazón. Ocho días después «puedo decir que estoy más tranquila y feliz porque mi pequeño ha evolucionado notablemente», asegura Calles.

Este martes esperan que le den el alta médica a Diego para poder retornar a su casa ubicada en Churuguara, estado Falcón, aseñala su madre, quien agrega que el bebé estuvo dos días en la unidad de cuidados intensivos, «la atención ha sido excelente».

Al tratar este tipo de patologías exitosamente los cambios en el paciente son notables, como el caso de este niño: ya no presenta labios cianóticos o de color morado, gatea y camina sin agotarse, tiene más apetito y disfruta de un sueño placentero.

Su control lo seguirá en el Hospital Universitario de Coro Dr. Alfredo Van Grieken, en el estado Falcón, desde donde lo refirieron a Caracas.

Saltos cuantitativos y cualitativos

Entre 2012 y lo que va del 2013, el cardiológico infantil ha realizado más de 7.300 intervenciones y ha brindado atención especializada totalmente gratuita a niños, niñas y adolescentes, así lo refiere Silena Ibarra, directora de Gestión Clínica del hospital.

Destaca que están acreditados como centro de trasplante cardiaco pediátrico. Ya han evaluado 19 pacientes que en su mayoría entraron a fase de tratamiento y con el uso terapéutico de medicamentos para saltar esa brecha de un trasplante.

No obstante, apunta que de ese grupo está por terminar la evaluación en dos niños que tienen más probabilidades de requerir el trasplante cardiaco pediátrico, «próximamente podremos anunciar si los tendríamos en lista de espera para este procedimiento».

«Nos sentimos muy orgullosos por esta gran obra revolucionaria que cada vez más da saltos cuantitativos y cualitativos, a cargo de un equipo de 450 personas, entre médicos especialistas, enfermeras, obreros y personal técnico especializado, lo único que le pedimos a cambio a nuestros pacientes y familiares es una sonrisa y que con amor nos donen sangre».

El Banco de Sangre de esta institución está abierto todos los días de la semana, las 24 horas del día, «con una bolsa de sangre podemos salvar a tres niños».

Asimismo, menciona que tienen disponible una guía para padres a través del portal web www.cardiologicoinfantil.gob.ve, para dar respuestas a inquietudes más frecuentes en familiares de pacientes cardiacos pediátricos, en relación con el desenvolvimiento de la vida cotidiana del paciente.

«Aquí le salvaron la vida a mi hijo, con mucha humanidad»

María Eugenia Davalillo, también se encuentra a la espera del alta de su hijo de cuatro años -Eleazar Carmona-, y  recomienda a los padres que tienen niños con cardiopatías tener mucha paciencia y fe en Dios, porque estos procesos suelen ser lentos y preocupantes».

En el caso de este niño, que es oriundo de Maracaibo, estado Zulia, su estancia en el cardiológico no es la primera. Hace dos años le practicaron a su pequeño una primera cirugía para corregirle una fístula arteriovenosa pulmonar -desarrollo de vasos sanguíneos anormales.

El 9 de mayo entró en crisis de hipoxia -uno de los cuadros clínicos más graves y frecuentes que se presentan en niños que padecen cardiopatías congénitas cianóticas-, entró a la unidad de cuidados intensivos y al día siguiente lo volvieron a operar, «pero gracias a Dios ya está evolucionando. Seguirá su control en el Hospital Universitario de Maracaibo, estado Zulia».

«Aquí le salvaron la vida a mi hijo, con mucha humanidad. El personal médico es excelente, todos son claros al darte información de la condición del niño. Hay que tener mucha fe en Dios y no perder el control médico».

 

AVN

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