Panadería La Minka: El pueblo toma espacios para producir un nuevo patrón de consumo

«Este pueblo tomó los espacios, para producir, el pueblo para el pueblo, y ésta, que es una experiencia piloto, ya hoy ha tenido, a través del Punto y Círculo, una profunda experiencia, porque no solamente se han roto las colas, que lesionaban la integridad y el bienestar al que cada venezolano tiene derecho, sino también ha contribuido a crear un nuevo patrón de consumo, un nuevo sistema de distribución de alimentos».

Así lo afirmó Mayra Dávila, representante del Comité Local de Abastecimiento y Producción (CLAP) Arturo Michelena, parroquia Altagracia, y vocera del Frente Francisco de Miranda, este miércoles desde la panadería La Minka, en el centro de Caracas, en una entrevista concedida al Ministerio del Poder Popular para la Comunicación e Información.

Explicó que «esta experiencia que estamos teniendo todos los CLAP de la parroquia, a la luz de la intervención sabia que ha dado nuestra jefa de gobierno (de Distrito Capital), Carolina Cestari, con Carmen Zerpa, nuestra concejal, se ha centrado en la política alimentaria, bajo los lineamientos del Presidente Nicolás Maduro, hacia la ruptura de esta guerra económica, que ha lesionado tanto al pueblo venezolano».

La dirigente lamentó que los ataques a la economía nacional, promovidos por sectores de la derecha, «le han quitado el derecho a nuestros niños de que lleven un desayuno a la escuela. Muchos padres han pagado un alto precio en la alimentación de sus hijos, porque por esta misma guerra económica, no contamos con grandes existencias de nuestra parte nutricional tradicional, que es la harina de maíz».

Refirió que «el pan que siempre lo producíamos, se fue también escaseando, producto de esa malversación de los recursos en las panaderías, para ir lesionando la voluntad de un pueblo, que ha decidido crecer a la luz de la Revolución».

Sin embargo, Dávila recalcó que frente a este panorama, acciones impulsadas por el Gobierno Nacional como los CLAP, «buscan dar solución y respuesta inmediata».

«Ya basta de que lesionen la voluntad de un pueblo, y sobre todo basta de que estén atacando la nutrición, que es tan importante para el desarrollo integral del ser humano, no es justo», manifestó.

Resaltó que estas instancias conformadas por el pueblo organizado trabajan «con eficiencia y efectividad, estamos comprometidos a llevar a cada hogar de nuestra data el pan, para que cada hogar y cada familia tenga su pan diario».

La vocera agregó que «el Estado tendrá la garantía de que (los integrantes de) esta familia van a ir desayunados sus hijos a la escuela, cada trabajador puede ir con una merienda y cada joven a su universidad con su desayuno, salido de su propio hogar, ese es el compromiso que todos los CLAP tenemos».

Exhortó que «de la mano de la Revolución, estamos seguros de que vamos por el camino correcto y, con ese estado de conciencia y con ese compromiso con las autoridades, vamos a vencer, y tenemos Revolución para Venezuela y el mundo».

 

Nuevo mecanismo de producción

Jonta Flores, vocera y activista de la parroquia La Pastora, integrante de los CLAP, precisó que en La Minka, «trabajan 11 parroquias aquí reunidas en una misma fuerza y con las comunidades al mando (…) Esta pasó a ser de una panadería comercial, a una distribuidora, no vendemos pan, lo distribuimos a los CLAP para acabar con las colas».

«Antes se hacían 2 mil panes, cuatro sacos diarios, y ahora estamos sacando más de 15 sacos, 5.700 panes para la comunidad, Punto y Círculo con los CLAP», apuntó.

Flores relató que «al salir los panes, están los voceros del CLAP, con los encargados de la panadería, llevando el conteo, para que no haya ningún problema de que se dio uno menos, hay personas integrantes de la panadería que también son parte de la comunidad, para que todo sea más claro».

«Visitamos la comunidad y los instamos a que se organicen, porque nuestra tarea es llevar dos panes a cada casa y a cada familia, porque la idea es que se organicen con los censos de la comunidad», expresó.

La vocera exhortó a las diferentes comunidades para que «los CLAP pueden venir a hacer contacto con nosotros, aquí en la panadería, se le tomarán sus datos para comenzar a atenderlos de acuerdo a su data y hacerles llegar el pan a los hogares de sus comunidades».

«Para atender a los vecinos y transeúntes, vamos a crear otros mecanismos, que dejen pago el pan y lo vengan a buscar por horarios, porque lo que queremos es acabar con las colas, tener mayor organización entre nosotros y apoyarnos», precisó.

Finalmente, la activista agregó que esta comunidad organizada, además de producir, ha sumado esfuerzos para reforzar las manifestaciones culturales. «Más allá del pan, nosotros hacemos cultura, danza, música, teatro, talleres de formación, preparación de pan, chocolatería», dijo.

Prensa Mippci

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