Ante una política injerencista y hegemónica de los países industrializados que amenazan a los pueblos del mundo y su modo de vida, Venezuela constituye una alternativa para sentar las bases de sociedades libres. El destino de Venezuela depende de una política exterior independiente y soberana no tutelada por el imperialismo pero interdependiente, complementaria, cooperativa y solidaria con los países de América Latina y el Caribe.
Este objetivo no es nuevo en su concepción, sino más bien tiene una dimensión histórica que se remonta a 200 años antes con Bolívar y que hoy se mantiene vigente con Hugo Chávez, que con renovadas fuerzas avanza para la consolidación definitiva de la Patria Grande.
La propuesta del candidato de la Patria evidencia la proyección continental y mundial de Venezuela y la Revolución Bolivariana, así mismo deja constancia de las raíces profundamente bolivarianas que constituyen el pensamiento y la acción del comandante Chávez como digno heredero del Libertador.
Por otro lado el plan del candidato opositor no se nutre de las raíces históricas y culturales de nuestros héroes y desconoce las potencialidades y ventajas de la integraciónsur-sur, peor aún presenta unas líneas de acción que no podrían catalogarse de estratégicas, en cambio parecen más bien acciones tácticas que por su direccionalidad no contribuye a la consolidación de la integración latinoamericana y muy por el contrario tributa a la consolidación del imperialismo norteamericano y su modelo de saqueo y explotación, que destruye al planeta día a día.
El plan de la oposición no responde a los intereses de la patria y deja un amplio espacio de acción a los intereses privados transnacionales y reduce el margen de acción al Estado, reeditando por supuesto la década neoliberal perdida de Venezuela en la que nos expropiaron y privatizaron nuestras principales empresas de bienes y servicios, condenando a vastos sectores del pueblo venezolano a no tener acceso a los servicios básicos.
El plan opositor no llena las expectativas que exige el mundo actual y su dinámica geopolítica en la que la Revolución ha jugado un papel estelar y preponderante, en cambio establece acciones muy localistas que sin duda frenarían el rumbo de los cambios que ya ha iniciado Chávez a través del ALBA-Petrocaribe-Unasur-Celac.
El candidato de la Patria presentó un plan geopolítico para Venezuela con alto impacto en el continente, mientras que el candidato opositor presentó un plan que no está a la altura del reto que representa Venezuela y desconoce las amenazas ciertas que se ciernen sobre nuestros países por parte del imperialismo.
Amenothep Zambrano / Letra Invitada: CCS Caracas
