Palacio de Miraflores, Caracas.-El presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, juramentó a generales y almirantes, delante del padre Libertador Simón Bolívar y frente al recuerdo presente del Comandante Supremo Hugo Chávez frías.
Este templo recoge la historia de 500 años de resistencia amorosa, de esperanza y de libertad nuestra.
“Juro delante de dios, delante de nuestra amada Venezuela, delante de esta bandera tricolor, delante de nuestros familiares, no dar descanso a nuestro brazo ni reposo a nuestra alma hasta haber realizado el sueño sagrado de nuestros libertadores; juro llevar con honor y lealtad absoluta mi juramentó de lealtad al Comandante Hugo Chávez, a La Constitución, a las leyes y reglamentos militares, a los sueños y esperanzas de nuestro pueblo; juro trabajar incansablemente en la materialización del proyecto Simón Bolívar; juro trabajar incansablemente en la materialización de una Venezuela de paz, justa, solidaria, soberana e independiente; juro por mi honor y por mi Patria defender la soberanía e integridad frente a las amenazas del imperialismo; juro ante el pueblo llevar adelante este compromiso de lealtad por nuestro Libertador Simón Bolívar y por todas las generaciones que han luchado por nuestro Venezuela. Así lo juran ustedes”.
A lo que puntualizó el mandatario venezolano, que dios, el pueblo y el espíritu inmortal de la espada de los libertadores, reconozcan ante los hoy investidos la lealtad a la Patria.
“Quedan ustedes conferidos con el grado inmediato superior en nombre de la República Bolivariana de Venezuela, ¡felicidades!”.
Destacó que el presidente del Tribunal Supremo de Justicia, Maikel Moreno,“vino a llenar de honor este acto y a quien le he expresado con esta espada en la mano todo el apoyo de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, frente a los ataques terrorista que ha sufrido frecuentemente durante estos últimos días”.
Por otro lado comentó, que ha jurado junto al Defensor del Pueblo, Tarek William Saab, que en Venezuela va haber Justicia y Patria.
Por Yaklin García
