Palacio de Miraflores, Caracas. ¡Misión cumplida!, dijo el presidente de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, al embajador saliente de la República Popular China en Caracas, Zhao Rongxian, quien culmina en la Patria de Bolívar una fructífera carrera diplomática de 36 años.
El jefe del Estado venezolano, tras conferirle al embajador Zhao la orden Generalísimo Francisco de Miranda en su primera clase, destacó el papel que durante sus cinco años en Caracas ejerció el diplomático chino para favorecer la asociación estratégica integral entre Caracas y Beijing.
“En este período hemos consolidado un camino de relacionamiento, de cooperación que ha sido imperturbable; por el contrario diría que en las coyunturas cuando se ha tratado de perturbar esas relaciones, insistimos en avanzar y lo hacemos, avanzamos”, refirió el presidente Maduro, quien destacó la calidad humana y la sensibilidad social de Zhao.
La cooperación forjada entre China y Venezuela pasa no sólo por el desarrollo en el campo político, económico, financiero, técnico-militar, de infraestructura y científico sino también cultural, de allí que el presidente Maduro insiste en resaltar a China, la gran potencia del siglo XXI, como la nación que con humildad fomenta relaciones con base en la cooperación y la complementariedad.
“Nuestras relaciones con China se dan en términos de igualdad… no hay gestos de petulancia, de superioridad”, dijo el mandatario.
Como todo es perfectible y estas relaciones serán perfeccionadas hacia el futuro, en estos cinco años avanzamos en muchas áreas bilaterales, pero también somos felices testigos de avance birregional, tras las noveles relaciones entre China y la Comunidad Latinoamericana y Caribeña (Celac).
“La gran China, la potencia del siglo XXI, potencia de paz, y la gran América Latina (…) hemos disfrutado cada paso que hemos dado; cómo olvidar la Cumbre de China y Celac en Brasilia en julio de 2014 y la creación del Fondo de Cooperación China-Celac, activando las líneas de crédito para condiciones especiales, como la infraestructura, destinando $ 30 mil millones”, añadió el presidente Maduro.
Estos actos son de gran emoción y sentimiento —reflexionó el Presidente— porque la característica fundamental de los revolucionarios venezolanos es tener grandes sentimiento de amor por la humanidad. Es lo que nos mueve: el amor, el reconocimiento, el respeto a la humanidad, el deseo de que la humanidad, al decir de Alí Primera, sea humana de verdad.
“Hoy le despedimos formalmente de sus funciones diplomáticas pero le ratificamos nuestra amistad de hoy y para siempre”, concluyó el mandatario.
Por Marynés Ladera
