Academia Militar Bolivariana, Caracas. A ocho días de su partida física, y exactamente a las 4:25 de la tarde de este martes, le fueron rendidos honores al líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, en la Academia Militar de Venezuela, que acoge la capilla ardiente del comandante, con un toque de corneta solemne y oraciones católicas.
En el lugar el canciller venezolano Elías Jaua saludó al pueblo venezolano, junto al presidente Nicolás Maduro, familiares del comandante Hugo Chávez, el Alto Mando Militar y los ministros, para conmemorar una semana del fallecimiento del impulsor de la Revolución Bolivariana.
Recordó esa «hora triste (cuando se supo la noticia de la desaparición física del líder), y profundo golpe en el alma y el corazón del pueblo venezolano y el equipo político, cuando nos enteramos de la muerte del líder Hugo Chávez».
Jaua apuntó que han pasado ocho días y el comandante Chávez ha sido bañado por el amor de un pueblo, que lo ha bendecido, así como jefes de Estado y de Gobierno que lo han acompañado durante una ceremonia de Estado que se realizó en la misma capilla el pasado viernes 8 de marzo.
«Es un hombre que ha dejado a Venezuela en un sitial respetado en el mundo», exaltó el canciller venezolano.
Visiblemente emocionado, enfatizó que «aquí sigue un pueblo, miles en las filas, en todo el país, bañándolo de amor para que nunca más el odio de unos pocos pueda empañar la memoria de Hugo Chávez».
Este acto se realiza tras la decisión de celebrar Consejo de Ministros (convocado en Miraflores) con este homenaje que reconoce el legado de Chávez.
«No traicionaremos su memoria, presidente Hugo Chávez», expresó lleno de compromiso Jaua y ratificó la frase expresada ayer por Maduro: “Por el comandante Hugo Chávez ni un minuto de silencio: ¡una vida de combate!”».
El acto que rindió tributo al líder venezolano también dio paso a una oración católica, a cargo del sacerdote Numa Molina; el capellán de la Guardia de Honor Presidencial (GHP), Luis Maza, y el capellán de la brigada de la GHP, Romelio Arellano. Al inicio de la ceremonia se escuchó un solemne toque de corneta.
Por Anaís Pérez
