Los comicios municipales del 8 de diciembre próximo serán una prueba de proyección nacional, en la que se enfrentarán nuevamente las fuerzas de la Revolución Bolivariana y los sectores derecha, que insisten en desconocer las instituciones del Estado y el gobierno democráticamente electo.
Así lo sostiene el periodista y ex vicepresidente de la República José Vicente Rangel, en su columna El Espejo, difundida este lunes en el diario Últimas Noticias con el titulo Prueba de fuerza.
«En el marco de la pugna de estas dos fuerzas, el chavismo, que representa estabilidad democrática y cambios sociales, y la derecha, que encarna lo contrario, se plantea la confrontación de diciembre. No hay que engañarse. No es una elección municipal más: es una prueba de fuerza con proyección nacional», sentencia el político en su análisis.
En el texto, Rangel destaca la reacción negativa de la coalición opositora y su ex candidato presidencial, Henrique Capriles Radonski, en contra de la decisión del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) de rechazar la solicitud de impugnar el resultado de las presidenciales del 14 de abril pasado, así como la acción de esta máxima instancia judicial y de la Asamblea Nacional en el caso del diputado Richard Mardo, presuntamente involucrado en los delitos de defraudación tributaria y legitimación de capitales.
En opinión del político, dicha reacción «confirma que la hoja de ruta del liderazgo opositor no tiene nada que ver con la democracia y el Estado de derecho».
«Al contrario, cuanta decisión emana de un órgano del Poder Público no es examinada con racionalidad crítica, sino con ánimo de socavar el orden constitucional. Se dispara a mansalva contra el Tribunal Supremo, Ministerio Público, Contraloría General, Defensoría del Pueblo, Asamblea Nacional. No se plantea corregir errores, como corresponde a una práctica democrática responsable. Lo que se busca es descalificar, globalmente, el funcionamiento del Estado y del gobierno para provocar el colapso», puntualiza.
Fascismo
«En el fondo la política de la dirección opositora es fascismo puro. Reacción típica en la desesperación que la invade. La adopción de formas de lucha propias de la tentación totalitaria, siempre late en la ideología de derecha, así se disfrace de democrática», añade Rangel, al recordar que este comportamiento de la oposición es común desde el inicio del proceso bolivariano.
Tras el desconocimiento de los resultados de los comicios presidenciales del 14 de abril, Capriles Radonski hizo un llamado a la calle, lo cual generó una ola de violencia el 15 y 16 de abril, que dejó como saldo 11 personas muertas, 78 heridos y daños materiales en centros asistenciales, sedes de partidos políticos revolucionarios e instituciones públicas.
Desde la llegada del comandante Hugo Chávez al poder, recuerda Rangel, el sector opositor «no ha hecho otra cosa que intentar la liquidación de las conquistas sociales, los cambios institucionales y culturales que se adelantan en el país: acceso del pueblo a la política, inclusión, recuperación por el ciudadano de su identidad. Todo lo cual es visto como amenaza por aquellos que en el pasado dominaron el escenario».
Últimas Noticias/AVN
