Familiares recibieron restos de revolucionario asesinado durante la Cuarta República

rudas mezones 2

Este jueves, familiares del luchador social Alberto Rudas Mezones recibieron los restos de este joven asesinado en 1961, víctima de la represión política que caracterizó el inicio de la llamada democracia representativa, que arrancó con Rómulo Betancourt.

Desde las instalaciones del Cuartel San Carlos, ubicado en Caracas, la Fiscal General de la República, Luisa Ortega Díaz, y el vicepresidente para el Área Social, Héctor Rodríguez, recordaron la lucha de los revolucionarios durante los 40 años de la Cuarta República y las acciones de represión impuestas por los Gobiernos de la época.

Durante su discurso, Rodríguez destacó la labor de la Comisión de la Verdad que investiga los crímenes políticos durante el período 1958-1998.

«Estamos como Gobierno reconociendo el trabajo que está haciendo la Comisión de la Verdad y dando todo nuestro apoyo para que sigamos en esta dirección de esclarecer la verdad hacia el pasado y hacia el futuro», dijo Rodríguez.

Por su parte, Ortega Díaz recordó que el Cuartel San Carlos «fue un centro para albergar presos políticos que venían torturados y destrozados».

«Tantos patriotas que torturaron en estos espacios, y los recordamos hoy cuando entregamos a los familiares los restos del Alberto José Rudas Mezones», reflexionó la Fiscal General de la República.

«Tuvieron que transcurrir más de 50 años para poder constatar la veracidad y la certeza de que esos eran los restos de Rudas Mezones», agregó Ortega Díaz.

Nacido en San José de Rio Chico el 14 de Enero de 1945, Rudas Mezones fue asesinado por efectivos de la Dirección General de Policía (Digepol, cuerpo que antecedió a la Disip) en el centro de la ciudad capital.

Rudas Mezones cursaba tercer año de bachillerato en el Liceo Juan Vicente González, nombre nocturno del Liceo Andrés Bello. Víctima de la represión puntofijista, contaba apenas 16 años de edad.

El proceso de exhumación se practicó en junio de 2013 en el Cementerio General del Sur.

«El alma y la angustia me saltaron las lagrimas»

Belisario Rodríguez evoca que en abril de 1961, «…habíamos constituido ya una vorágine de jóvenes críticos a las puertas del liceo (…) Nuestro armamento defensivo constituido por cuadernos de estudiantes con apuntes de Física, de Química, de Biología, etc. Fue quedando regado en las calles de Caracas en poder del enemigo. Tú y yo, impotentes ante la necesidad de poner a salvo a nuestras compañeras y compañeros, nos evadimos buscando ansiosos y sofocados por los gases tóxicos de las bombas lacrimógenas y los cada vez más cercanos tiros, la avenida Urdaneta – corre Belisario, corre coño, no te pares, me gritabas a mi lado derecho contiguo – y el alma y la angustia me saltaron las lagrimas cuando como en suspenso, se presentó la tragedia, y te desplomaste a mi lado hacia la eternidad sin poder abrazarme a tu cadáver».

Al final del texto, refiere a la figura del Comandante Hugo Chávez con un «Hasta la vista Rudas, no quiero concluir este In Memoriam, sin acotarte que no nos perdimos en nuestras utopías, en nuestros sueños. Hoy, un decente joven militar: Hugo Rafael Chávez Frías , consustanciado con el pensamiento de Bolívar, imbuido en la idea de que este mundo ya no es ancho y ajeno,- sino ancho y nuestro,- (…) y esto supongo que a la altura de tus sesenta y cuatro años de edad, y sesenta y cuatro años de edad de los míos, es motivo mas que suficiente para que nos regocijemos»

«Me lo mataron y luego me lo quitan»

De Rudas Mezones, dice Soto Rojas: «La imagen que conservo de él es la de un activista, que discutía, leía y hacía trabajo social y se perfilaba como un cuadro revolucionario juvenil. Joven, de color negro, delgado, ágil y de alegría ante la vida y por la vida. Su muerte trágica en la defensa de la Revolución Cubana lo ubica entre los primeros héroes de la resistencia armada de entonces y su nombre aparece en el primer destacamento urbano del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) de Caracas y luego en el Frente Guerrillero Ezequiel Zamora de el Bachiller».

El texto del parlamentario alude a su vez al libro Victimas de la Democracia Representativa en Venezuela, autoría del periodista Raúl Zurita Daza, quien asegura que «…violando los Derecho Humanos una comisión de la DIGEPOL entró a la casa, destrozó el catafalco donde reposaba el cadáver, lo secuestraron y fueron a enterrarlo sin la participación de la familia, en un lugar no conocido del Cementerio General del Sur, privando, ilegalmente, a la familia de Rudas Mezones del sagrado derecho a honrar a sus deudos, un atropello sin precedentes en la historia política y policial del Venezuela», y agrega: «‘Su madre Carmen de Mezones exclamó a la puerta del cementerio «me lo mataron y luego me lo quitan'».

El Comandante Eterno, como ocurre con el relato de Julio César Belisario Rodríguez, aparece en la crónica de Soto Rojas sobre Rudas Mezones. En tal sentido expresa que «las circunstancias políticas de ayer y de hoy son diferentes en Venezuela, la Región y el Mundo. Aunque el enemigo sigue siendo el mismo y las banderas programáticas también, pero con la Revolución Bolivariana y el liderazgo del Comandante Chávez en el poder, que no es poca cosa».

AVN

Send this to a friend