En su edición número 12, la publicación Arte de leer dedica sus páginas a la promoción de la literatura infantil como bien cultural complementario en la educación de niños, niñas y jóvenes venezolanos, quienes diariamente se benefician de programas sociales orientados a fortalecer la lectura.
Las bibliotecas comunales se perfilan como el mejor ejemplo de lo anterior, al ser creadas para «generar ciudadanía, brindar acceso a la información con recursos y servicios a disposición de las comunidades realizando un invalorable aporte al progreso social, político y cultural de los ciudadanos», reseña un artículo titulado Comunidades organizadas le brindan espacio a los libros y a la lectura.
En las páginas se destaca la creación de 11 núcleos literarios en sectores populares del estado Bolívar como Santo Domingo II, Fundo San Marcos, Aldea Gisela Melgar y otros en los que se repartieron más de 4.000 textos educativos, históricos y de narrativa venezolana y latinoamericana.
Al finalizar las líneas del artículo, Arte de leer exhorta a comunidades organizadas a solicitar la instalación de bibliotecas comunales en sus espacios, a través del portal digital www.bnv.gob.ve o mediante la visita personal a la sede principal de la Biblioteca Nacional, ubicada al final de la avenida Panteón, en Caracas.
Asimismo, en la publicación se resaltan los 62 años de camino literario de la revista infantil Tricolor, que nació con cuentos e ilustraciones del merideño Mariano Picón Salas en papel artesanal y que hoy se muestra cargada de caricaturas multicoloridas dirigidas a sensibilizar a los más pequeños sobre la importancia de leer.
Sin importar la apariencia, Tricolor continúa en su labor de «crear el primer museo infantil del país, donde la cultura tenga un espacio con cuentacuentos, pintura, fotografía, literatura, poesía y todo lo inimaginable será posible», describe su editor Omar Cruz.
Otro que ha creado mundos imaginarios para los niños es el cubano Enrique Pérez Díaz, a quien la escritora venezolana Laura Antillano califica como referente del género infantil en América Latina por sus relatos «que describen en un tono poético sutil, que invita a acompañar a los personajes en el hilo de una investigación de los seres y la magia del entorno», manifiesta la autora.
Gato de estrellas, Escuelita de los horrores, ¿Se jubilan las hadas?, El niño que conversaba con la mar y otros títulos conforman la carrera consolidada de Pérez.
En páginas siguientes, Arte de leer plasma una entrevista al director de Promoción y Divulgación de Saberes de la Universidad Bolivariana de Venezuela, José Gregorio Linares, quien argumenta que «el libro de texto tiene una función social, no mercantil (…) Sirve para formar la conciencia y la sensibilidad de los niños, adolescentes y jóvenes. La orientación de los libros debe estar alejada de lo eurocéntrico, contener principios éticos y valores de respeto a la diversidad y humanismo socialista», indica Linares.
A propósito de la función social del texto, la edición resalta la ventaja del libro digital como medio incluyente por su capacidad de llegar a personas con discapacidad y de otras lenguas mediante herramientas multimedias atractivas para lectores de todo el mundo.
La revista culmina su edición con un cuento criollo de Manuel Velásquez, editado por Monte Ávila Latinoamericana, titulado Yadaakadu: el sobrino desobediente, que revela parte del imaginario indígena de pueblos ancestrales venezolanos a través de ilustraciones.
Arte de leer es una publicación del Sistema Masivo de Revistas del Ministerio de Cultura, integrado por otras como A plena voz, Así somos, La Revuelta, La roca de crear, Memorias de Venezuela y Poder Vivir.
AVN
