«Los pueblos indígenas hemos mantenido una resistencia propositiva, activa y no estamos en sobrevivencia, sino reafirmando hoy la plenitud de nuestras civilizaciones ancestrales, por eso lo más importante es que tengamos conciencia de nuestros logros y de las acciones que podamos impulsar».
El planteamiento es de Rigoberta Menchú, líder indígena guatemalteca, premio Nobel de la Paz 1992, quien estuvo en Caracas para participar en el XVIII Encuentro Foro de Sao Paulo, que culmina este viernes.
Antes de sostener una reunión con la ministra para los Pueblos Indígenas, Nicia Maldonado, Menchú concedió una entrevista en la que dejó claro: «Hoy estamos entrando en tiempos de fortalecer los procesos de liberación y emancipación de los pueblos mediante su participación política, como ocurre en Bolivia, Guatemala o Venezuela».
Al referirse a Venezuela consideró como una plataforma extraordinaria el hecho de que exista un Ministerio para los Pueblos Indígenas y que con la Revolución Bolivariana se hayan abierto espacios para la participación y protagonismo de los originarios en distintos sectores de la vida nacional.
«Queremos ser libres desde nuestras civilizaciones»
Esta luchadora social nació en una numerosa familia campesina de la etnia indígena maya-quiché. Su infancia y juventud estuvieron marcadas por la pobreza, la discriminación racial y la represión en su país. Ha recorrido el mundo para llevar una campaña pacífica de denuncia de la sistemática violación de los derechos humanos.
Para esta líder originaria, su compromiso abarca dos campos: fortalecer tanto el liderazgo de los pueblos indígenas en el ámbito continental y mundial, «así como el traspaso de nuestros conocimientos y experiencias a la juventud indígena del continente».
«Todas las luchas de nuestros pueblos han reclamado la emancipación, queremos ser libres desde nuestras civilizaciones milenarias, ancestrales, y esa emancipación va a ocurrir a medida que nosotros traspasemos el mando ancestral a nuestras juventudes», consideró.
Hizo especial énfasis en las luchas del pueblo de Bolivia, «que es nuestra luz de esperanza y Evo Morales, quien ha sido un dirigente indígena desde muy joven, es uno de los impulsores de la campaña continental de los 500 años de resistencia indígena, negra y popular, por lo que trabajamos intensamente para hacer un frente continental, y lo logramos».
Guatemala sigue lucha identitaria
En Guatemala hay 22 grupos étnicos y los mayas representan más del 60% de la población total, mientras que «los otros troncos culturales y civilizatorios», tal y como ella los calificó, son la población xinka, que es minoritaria, los afrodescendientes y los mestizos o ladinos, de habla hispana.
Apuntó que el concepto de pueblos indígenas se acentúa más en Guatemala a finales de los 80, después de la aprobación de la reforma del convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que estipula que estos pueblos deben llamarse así.
«Vivimos un conflicto armado por casi 40 años y una guerra cruenta en la cual 83% de los masacrados y perseguidos fueron mayas. Por eso considero que cuando llegó el premio Nobel de la Paz en 1992, éste le dio un empujón muy fuerte a estas luchas identitarias en Guatemala», recalcó.
Asimismo, comentó que se logró establecer el acuerdo de paz de identidad y derechos de los pueblos indígenas, «en el que queda claro el respeto a nuestra indumentaria y con el cual logramos oficializar los idiomas indígenas junto al castellano».
En su país hay 180 variedades de tejidos multicolores y cada pueblo tiene una vestimenta, por eso Guatemala es una nación que se destaca por su arte de textiles.
Chávez, aliado fundamental
Menchú observó que el presidente venezolano, Hugo Chávez Frías, no sólo ha sido solidario con todos los pueblos del mundo, sino especialmente en materia de derechos de los pueblos indígenas, «por eso es un aliado fundamental, de ahí que estamos seguros de que contaremos con su respaldo para armar una agenda conjunta».
Consideró pertinente, y urgente, realizar un encuentro extraordinario de líderes y lideresas de los pueblos indígenas, con la participación de Venezuela, para destacar cuáles han sido los desafíos de los últimos 20 años «y cuáles van a ser nuestros desafíos inmediatos para los próximos meses».
