Palacio de Miraflores, Caracas Durante su alocución en la toma de posesión del que será su segundo periodo de gobierno, la presidenta de la República Federativa de Brasil, Dilma Rousseff, dio a conocer el lema que guiará su gestión durante estos próximos cuatro años: Brasil, patria educadora.
En la sede del Congreso Nacional en Brasilia la mandataria explicó que la educación será la prioridad principal en la que se volcarán todos los esfuerzos de su gobierno, con el objetivo de buscar un sentido formador y un compromiso de ética en el país, democratizando el conocimiento y el acceso a la educación en todos los niveles.
Luego de jurar —con el vicepresidente del país, Michel Temer— que continuará promoviendo el bienestar y la independencia de Brasil, Rousseff señaló que se continuarán expandiendo los programas sociales y educativos.
“Con el alma llena de alegría, responsabilidad y esperanza” la presidenta Dilma resumió lo alcanzado durante su primer gobierno, destacando cómo se logró rescatar a 36 millones de brasileños de la pobreza extrema, cómo se revalorizó el salario mínimo con fuerza y cómo más jóvenes tuvieron acceso a la educación universitaria.
En ese contexto se comprometió a seguir ofreciéndole al pueblo los derechos básicos, como el trabajo, ratificando su “compromiso profundo con el mantenimiento de todos los derechos de los trabajadores y pensionados”.
Asimismo, refirió que responderá al llamado del pueblo brasileño de continuar con los grandes cambios y avances en el país y expresó su disposición de movilizar al pueblo para materializar este “nuevo comienzo”.
“Yo no tengo miedo de enfrentar estos desafíos, porque sé que no voy a enfrentarlos sola, no voy a enfrentar esta lucha sola, sé que cuento con el apoyo de ustedes”, dijo.
Se comprometió igualmente a defender permanentemente la Constitución, las leyes, los derechos democráticos, la libertad de expresión y los derechos humanos.
Habló de la necesidad de realizar una reforma política en la nación, que estimule al pueblo a retomar su interés por los asuntos políticos.
En materia económica afirmó que más que preocuparse hay que celebrar que Brasil sea hoy la séptima economía del mundo, el quinto país que más atrae la inversión extranjera y que las reservas actuales han escalado la cifra récord de 370 mil millones de dólares.
Destacó los bajos índices de desempleo, al generar en este primer mandato 5 millones 800 mil empleos formales, y otros 12 millones de plazas que se abrirán para los jóvenes en este segundo periodo.
En cuanto a la corrupción y la burocracia señaló la necesidad de combatirla sin tregua y propuso un gran pacto contra la corrupción.
En materia internacional agradeció primeramente la presencia de los presidentes latinoamericanos, puntualizó que es necesario fortalecer los mecanismos de integración existentes en el bloque regional y aseguró que su gobierno hará énfasis en las relaciones con el continente africano, el asiático y el mundo árabe. Además de fortalecer la relación con Estados Unidos.
Cabe destacar que fue el pasado 26 de octubre cuando Dilma Rousseff fue reelecta como presidenta de la República Federativa de Brasil, luego de alzarse con el 51,64% de los votos, resultado que la mantendrá en la presidencia hasta el próximo 31 de diciembre de 2018.
Por Rosmaira Flores
