Terroristas seguidores de la derecha en Maracaibo, estado Zulia, intentaron asesinar a una familia chavista quemando su casa, pero por fortuna las personas lograron salvar su vida y otra cosa también se salvó: un cuadro del Comandante Hugo Chávez, lo que catologó la señora Eva Gandica, propietaria de la vivienda atacada, como un mensaje.
Sucedió a cinco días de las elecciones del 30 de julio cuando los venezolanos eligieron la Asamblea Nacional Constituyente a pesar de la violencia fascista que desataron algunos sectores políticos y económicos con atentados como el ocurrido contra esta familia marabina.
“Nunca he odiado a nadie en mi vida, y nunca voy a odiar a nadie. Pero si nos sentíamos importantes de ver a la gente quemada. Esto nunca se había vivido en nuestro país porque Venezuela ha sido un país pacífico, de amor, que ha acogido diferentes culturas, de otros países que lo han necesitado”, señaló la mujer.
“Solamente el no haberse quemado el cuadro de Chávez es un mensaje -recordar que- Chávez siempre perdonaba”, reconoció.
“Nosotros somos una de las afectadas de tanto odio que ha habido en los últimos tiempos”, lamentó María Albarrán, hija de Gandica.
“Estaban todos en la casa. Eran como las 8 de la noche, y nos tiran cinco molotov, pero nunca creímos que volverían al día siguiente con más fuerza. Lanzaron más molotov, ellos entran a apagar el fuego para saquear, sacan todo. Le borraron su historia a mi mamá, su ropa, tenía todos los recuerdos de mi papá allí. Mis sobrinos quedaron sin un juguete”, contó.
Milagro de Hugo Chávez
“A mi mamá le da por pasar el dedo en un cuadro, que era de Chávez, Chávez abrazando, perdonando. Imagínate tú la impresión de ver esos escombros, todo quemado, nuestras cosas quemadas, y ver que sobrevivió solamente ese cuadro”, comentó Albarrán sobre la imagen sobreviviente. “Esperamos que esa gente sane y pierda ese odio”, estimó.
Prensa Digital Mippci/VTV
