Tres leyes, un objetivo: garantizar los derechos económicos del pueblo

El 13 de noviembre de 2001 circuló en Venezuela la Gaceta Oficial No. 37.076, en la que se decretaron 49 leyes con las que el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, continuaría profundizando un modelo democrático, de inclusión, justicia social y desarrollo nacional.

Impulsado por su necesidad de otorgar poder al pueblo venezolano y hacerlo protagonista del rumbo de la patria, Chávez mediante su segunda Ley Habilitante fortaleció el ámbito financiero, económico, social, de infraestructura, transporte, seguridad ciudadana, ciencia y tecnología del país.

De ésta, la segunda de cuatro Habilitantes aprobadas durante su mandato, surgen tres leyes determinantes para el sector agrario, petrolero y pesquero del país que, tras su aprobación, se convertirían en motores de la economía nacional.

Salto del sector agrario

La Ley de Tierras y Desarrollo Agrario es una de estas herramientas creadas por Chávez. Integrada por 281 artículos, reivindica los derechos del sector campesino frente a los más profundos intereses de la élite agraria representada en la Federación Nacional de Ganaderos (Fedenaga), dedicada a proteger sus grandes latifundios y derrocar a aquel hombre que poco a poco les quitaba su investidura de terratenientes.

Ese 13 de noviembre Fedenaga se enfrenta a su mayor miedo: una ley orientada a «eliminar el latifundio como un sistema contrario a la justicia, el interés general y la paz social en el campo» que además contempla «una justa distribución de las riquezas y una planificación estratégica, democrática y participativa» para establecer las bases del desarrollo rural integral y sustentable y garantizar la soberanía alimentaria.

«La Ley de Tierras y Desarrollo Agrario maneja un nuevo concepto de latifundio, el cual ya no es sobre la base del número de hectáreas sino la productividad de la tierra» dijo Chávez durante su programa Aló, Presidente, número 219.

Hasta la fecha, más de 3,6 millones de hectáreas han sido recuperadas y, al menos 8 regularizadas en manos de empresas socialistas y los campesinos de la patria de Bolívar; además, se han alcanzado máximos históricos en la producción de rubros agrícolas como el azúcar, el café, el arroz y el maíz.

En julio de 2010, la Ley de Tierras y Desarrollo Agrario fue reformada para eliminar la tercerización y continuar garantizando la soberanía alimentaria para el pueblo venezolano.

Recuperación de la renta petrolera

68 artículos conforman la Ley Orgánica de Hidrocarburos, destinada a normar la actividad petrolera y recuperar el flujo de su renta e invertirlo en el ámbito social, como otra medida para profundizar el camino al socialismo.

Ante un evidente saqueo a la renta petrolera en la Cuarta República, Chávez sale al paso con la promulgación vía habilitante de esta herramienta legal que pronto haría de Venezuela un país soberano en materia petrolera.

Esta nueva ley trastocó los intereses más profundos de quienes dirigían Petróleos de Venezuela (Pdvsa), que a lo largo de décadas llenaban sus bolsillos con el dinero que correspondía a un pueblo ávido de reivindicaciones sociales.

Por ello, sectores de derecha acudieron al golpe de Estado del 11 de abril de 2002 y al sabotaje petrolero de fines de ese año para quebrar al país, generando una contracción de 9,2% del Producto Interno Bruto, mientras que la actividad económica cayó en un 27,7%.

Pese a los ataques, la ley brindó sus resultados. «Hemos recuperado 427 mil millones de dólares para la nación, producto de la Ley de Hidrocarburos, del aumento de las regalías, de la nacionalización, de los impuestos (…)», dijo Rafael Ramírez, ministro del Poder Popular de Petróleo y Minería, durante una reciente entrevista en el programa José Vicente Hoy.

Prosiguió: «Cuando la apertura petrolera –estrategia de la Cuarta República- el Estado sólo tenía el 40% (…) nosotros hoy día tenemos el 97% del ingreso bruto por barril», invertido ahora en proyectos sociales que abordan la alimentación, educación, salud, infraestructura, vivienda, ciencia y tecnología, entre otros.

Con la Ley de Hidrocarburos también se recuperó la Faja Petrolífera del Orinoco, la fuente de reservas de hidrocarburos líquidos más grande del mundo con una extensión de 55.314 km2 y un área de explotación actual de 11.593 km2.

Nueva visión pesquera

En su exposición de motivos, la Ley de Pesca y Acuicultura reza así: «Con este instrumento jurídico –promulgado también vía habilitante por el comandante Chávez- se avanza hacia un nuevo paradigma de la pesca, la acuicultura y sus actividades conexas, en el cual se privilegia lo social sobre los intereses económicos particulares, entendiendo que el bien común y el interés general constituyen sus finalidades esenciales».

El instrumento legal contiene 151 artículos que permitieron la organización, capacitación, apoyo financiero y reivindicaciones sociales para los pescadores del país.

Luego de la promulgación de esta ley, la producción anual en Venezuela se elevó a 400 mil toneladas de pescado que se suman a la garantía de la soberanía alimentaria.

Además, permitió la inclusión de más de 10 mil pescadores en el Seguro Social, la construcción de 30 plantas de procesamiento de pescado, el financiamiento de proyectos y dotación de botes.

Siete años después, Chávez consideró necesario reformar el instrumento legal para erradicar la pesca de arrastre que devolvería al Mar Caribe el ecosistema marino y el impulso a la producción de la pesca artesanal.

AVN

Send this to a friend