Una nueva base para garantizar la independencia

El Sombrero, estado Guárico. Un halcón de metal cruza el cielo guariqueño. A bordo, el presidente Chávez realiza un reconocimiento aéreo a la Base Aeroespacial Bolivariana Capitán Manuel Ríos. «Acá en El Sombrero está naciendo una nueva base. La Revolución es lo nuevo, la innovación. ¡Esto era una base abandonada y ya nació!».

Visualiza, proyecta, dispone. El comandante Chávez, consciente de la importancia estratégica de la base, emite órdenes en vivo y directo: «Tenemos que acelerar, Rangel Silva, Nicolás (Maduro), tenemos que venir mucho por acá a reunirnos con los oficiales, con los científicos».

FOTO: Marcelo García

«¿Quién se podía imaginar que en tan poco tiempo Venezuela entraría en la carrera aeroespacial? Ya tenemos el satélite Simón Bolívar, con una serie de ventajas para la población; ya la tecnología no es solo para un sector privilegiado», explica, enseña, orienta el Presidente al pueblo venezolano.

El sobrevuelo continúa y el llanero Chávez mira hacia su elemento natural. «¡Mira qué sabana tan hermosa! ¡Los palmaritales! Sabana, sabana tierra…». El momento para apreciar el paisaje es breve y continúa con su palabra didáctica, como nos tiene acostumbrados. «Todo esto es nuevo, ¡miren las antenas! Los cambios revolucionarios crean un escenario de novedades».

«Esta base va a seguir creciendo», afirmó el jefe de Estado. Subrayó inmediatamente que el año próximo será lanzado desde China el satélite de observación terrestre Francisco de Miranda, el segundo luego de la exitosa puesta en órbita del satélite de comunicaciones Simón Bolívar, el 29 de octubre de 2008.

El presidente Chávez pide unas palabras a su canciller, Nicolás Maduro, quien lo acompaña en el sobrevuelo: «En el corazón de Venezuela hemos traído lo más desarrollado de la tecnología mundial para que este siglo XXI Venezuela no se quede rezagada. Estas son las bases de la Independencia tecnológica».

La nave toca tierra y el comandante Chávez desciende a paso firme. «¡Vamos a dirigirnos al hangar principal!». En su recorrido por la pista destaca que un acuerdo con la hermana Bielorrusia permitió modernizar la pista y varias áreas de la base. Enseguida pide un mapa y grafica su ubicación. «¡Estamos en un área altamente estratégica!».

FOTO: Marcelo García

«Venía empeñado en levantar esta base. Esto estaba abandonado, ahora está comenzando a tener vida de nuevo», afirmó el Presidente. De inmediato pasó a saludar a los «muy dignos oficiales y suboficiales de nuestra Fuerza Armada» que lo recibieron en los hangares. «Conocí esta base tiempo atrás. Recordaba desde el aire cuando saltaba en paracaídas acá».

Los oficiales se congregaron alrededor de su comandante en jefe para una nueva lección de soberanía. «La seguridad y defensa de nuestro país debe ser una de nuestras preocupaciones principales para garantizar esa Independencia que hemos recuperado», dijo Chávez, justo después de señalar la cercanía de la Faja Petrolífera del Orinoco.

El Presidente se acercó a un avión de origen ruso Sukhoi 30 y sorprendió a los presentes ascendiendo raudo por la escalerilla hasta la cabina de la nave. «Debemos mantener en alto nivel la defensa del espacio aéreo, terrestre y marítimo: la soberanía». Enseguida solicitó un radio para comunicarse con un grupo de cinco aviones prestos a despegar.

«Van a despegar cinco aviones Sukhoi a hacer reconocimiento fronterizo. En cuatro horas le damos la vuelta a Venezuela, ¡a las 6 regresamos!», bromeó Chávez, quien recibió respuesta del piloto líder de la formación: «Independencia y Patria socialista!, les copiamos fuerte y claro», dijo, a lo que el comandante replicó: «Autorizo el despegue para el patrullaje patriótico. ¡Viviremos y venceremos!». La formación en «V» sobre el celeste guariqueño presagió, en un estruendo, las victorias próximas a conquistar.

 Por: Raymond Nedeljkovic

Send this to a friend