Venezuela bajo la amenaza constante de un golpe suave

Gene Sharp, politólogo anticomunista estadounidense de 88 años de edad, fue el promotor de una nueva estrategia para derrocar gobiernos de izquierda electos democráticamente. En su manual de Golpe Suave explica cómo lograrlo, Sharp expone los métodos de la no violencia para alcanzar el objetivo.

El autor explica detalladamente su estrategia. Atrás quedó la violencia que caracterizó los golpes de Estado de décadas pasadas contra gobiernos latinoamericanos y del mundo. Ahora los esfuerzos se enfocan en profundizar los boicots económicos para asfixiar a la población y hacerlos flaquear ante la desesperación, utilizando además la manipulación mediática, manifestaciones “no violentas” y la infiltración de entes desestabilizadores en las filas de sus adversarios. Todo esto lleva al fin propuesto por Sharp, el conocido golpe blando o golpe suave.

De acuerdo a Sharp, todas estas acciones tendrán un efecto devastador ante gobiernos legítimamente constituidos ya que, según él, el poder del individuo es mayor que el de un Estado constituido. Si el individuo no obedece, el líder pierde poder y la estructura gubernamental se desmorona.

Los ataques constantes contra los gobiernos de izquierda de América Latina ponen en evidencia que no sólo el poder del individuo, tal como lo plantea Sharp, basta para derrocar gobiernos. Se necesita de infiltración en las estructuras de poder que apoyen a estos individuos a lograr su objetivo; entiéndase como injerencia en poderes dentro del Estado constituido.

Europa del este blanco del golpe suave
El presidente Slodoban Milosevic, en Yugoslavia, es un claro ejemplo de la ejecución del golpe blando, así quedó demostrado en el documental “Derrocando a un dictador” donde se explica cómo un grupo de jóvenes (pertenecientes a un grupo llamado OPTOR, Resistencia) apoyados con dinero y logística por Washington, lograron sacar del poder a Milosevic. La estrategia fue llevar a cabo una serie de acciones “no pacíficas”, para manifestarse contra un “régimen” catalogado como opresor.

El grupo OPTOR desarrollaba diversas campañas publicitarias que atraían a los jóvenes bajo el lema de la no violencia pero con el objetivo claro de lograr un cambio de gobierno; y en el año 2000, lo lograron.
La estrategia también se aplicó con éxito en los años siguientes en otros países de la región como Georgia y Ucrania, con el fin de lograr acabar con los gobiernos aliados a Rusia. Las estrategias aplicadas a estos países también se conocieron como la Revolución de las Rosas, la Revolución Naranja o de colores.

Golpe suave contra gobiernos progresistas
Desde hace unos años, la integración de gobiernos progresistas en Latinoamérica ha activado el ataque de la derecha, no sólo a escala local sino también internacional, que buscan derrocarlos a través de incitación al descontento, el desconocimiento a las autoridades, el ataque a la economía; los promotores de estas acciones se resguardan en supuestas manifestaciones de calle pacíficas que luego derivan en violencia y muerte.

La estrategia del golpe suave se ha aplicado a todos los gobiernos de corte social en América Latina, algunos han sido fallidos, mientras otros se han consumado. Zelaya en Honduras, Lugo en Paraguay, Morales en Bolivia, Dilma en Brasil, Fernández en Argentina, y Venezuela, no sólo durante el gobierno del presidente Chávez sino también durante el presidente Nicolás Maduro.

Fiesta mexicana en Venezuela
El presidente Nicolás Maduro ha denunciado la gestación y puesta en marcha de un golpe suave contra su gobierno por parte de la derecha venezolana.

En 2014, el entonces ministro de Interior, Justicia y Paz, Miguel Rodríguez Torres, denunció el caso de la llamada “fiesta mexicana”, que trataba de una serie de reuniones de planificación y adiestramiento de vieja data con el fin de derrocar al gobierno democráticamente electo del presidente Hugo Chávez. Estos intentos de derrocamiento continuaron y siguen en marcha en contra del gobierno de presidente Maduro.

Las pruebas mostraron vínculos de la derecha venezolana, como es el caso de Eligio Cedeño, con el ex presidente colombiano, Álvaro Uribe Vélez, como promotores de estos actos desestabilizadores a través del entrenamiento y financiamiento de actos violentos. En dichos entrenamientos se comprobó la participación de líderes estudiantes de oposición, algunos de ellos actuales diputados y alcaldes.

Todas las estrategias han sido aplicadas y siguen en marcha en Venezuela. El llamado a la calle con el fin de sacar del poder al presidente Nicolás Maduro se materializó en el violento febrero de 2014, cuando adeptos a la oposición, llamados en aquel entonces por Leopoldo López, tomaron las calles para llenarlas de violencia a través de las guarimbas. Sus consecuencias, muchas muertes de venezolanos inocentes y daños materiales a infraestructuras públicas.

El bloqueo económico, el desabastecimiento y acaparamiento de productos básicos por parte de la derecha nacional, en evidente complot con grandes empresarios y productores, son parte de esta estrategia que el gobierno nacional ha llamado guerra económica. Mecanismos que tratan de ejercer presión y frustración sobre los venezolanos a través de la desesperación y desesperanza por no tener fácil acceso a productos de la cesta básica y, de esta manera, enfrentar al pueblo contra el gobierno.

En respuesta, el gobierno nacional apuesta a la producción nacional y la diversificación de su economía para superar la coyuntura económica.

Prensa Mippci

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