Caracas, Palacio de Miraflores.- Culmina el 2014 con una agitada agenda internacional, que involucra las diferencias entre la República Bolivariana de Venezuela y los Estados Unidos de Norteamérica, en una dinámica que solo es equiparable a la disputa que mantiene el imperio decadente con la Federación Rusa.
Desde Washington se dictan «sanciones» a Caracas. No son una novedad y se repite el guión de un imperio que se rasga las vestiduras clamando la excusa de los «derechos humanos», con la finalidad de desviar la atención de sus miserias internas. Las llamadas sanciones se dan a los pocos días de la absolución de un policía acusado de disparar a un ciudadano negro desarmado.
Para Venezuela estas sanciones no tendrían efecto, las mismas solo van dirigidas a sus lacayos en el país, a despertar las ya apagadas humaredas de la fracasada guarimba. A lo externo pretenden aislar a Venezuela en el momento en que el país consolidó su protagonismo en el Mercado Común del Sur (Mercosur), la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) y la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP). En todos estos protocolos, la República Bolivariana recibió respaldo y solidaridad, en los mismos se emitieron sendos comunicados de condena a la agresión estadounidense.
Así el país finaliza un año en que, además, vitalizó su agenda internacional. En esto es significativa la visita que hizo a Caracas el mandatario de la República Popular China, Xi Jinpin, con quien el presidente Nicolás Maduro acordó elevar las relaciones entre China y Venezuela a un nivel superior estratégico. En esta oportunidad, el líder del gigante asiático dejó en claro que Venezuela es prioridad para las inversiones chinas, también «el mayor mercado de contratación de obras, séptimo suministrador de petróleo y cuarto socio comercial en América Latina».
Esta es la apreciación que tiene el presidente de la primera economía mundial y así ven las naciones y los pueblos a la República Bolivariana de Venezuela. El prestigio que dio Hugo Chávez a la tierra de Bolívar queda en evidencia cuando, en el mes de octubre, la diplomacia venezolana logra contundentemente uno de los puestos no permanentes en el Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas (181 votos de 191).
Previo a esto el presidente Nicolás Maduro acudió en septiembre a la 69 Asamblea General de la ONU, primera visita en calidad de jefe de Estado, que aprovechó para reclamar una transformación del organismo multilateral para que este se convierta en un verdadero centro para la resolución de conflictos en el mundo.
En este año 2014 Venezuela consolidó las alianzas con sus socios naturales. El presidente Maduro asistió a la Cumbre del Grupo de los 77 + China, efectuada en Bolivia, en este evento el Gobierno Bolivariano avaló las propuestas tendientes a afianzar la cooperación Sur-Sur y avanzar en un manejo eficiente y soberano de los recursos naturales.
Propiciar las exportaciones
El presidente Nicolás Maduro, como medida para enfrentar la situación económica, invitó al sector productivo del país para que enfoque sus esfuerzos a la exportación y así propiciar el ingreso de divisas al margen de la renta petrolera.
Y así Venezuela mira a las naciones hermanas del ALBA-TCP —organización que formalizó el ingreso de Granada y San Cristóbal y Nieves—, del Mercosur y la Unasur, como potenciales destinos a las exportaciones venezolanas.
El diputado Ricardo Sanguino avala esta política, igual con la propuesta del presidente Nicolás Maduro de reactivar la producción interna, desarrollar el sector agropecuario y la elaboración de alimentos, «con ello reducimos considerablemente las importaciones de insumos».
También recomienda mantener la política exterior de Hugo Chávez: impulsar las relaciones internacionales con la participación en el Mercosur, el ALBA-TCP, la Unasur y el Acuerdo de Petrocaribe, y así «fortalecer las relaciones y el beneficio del intercambio, la complementariedad y la solidaridad».
Esto será tema para el año 2015 y así lo dejó claro el presidente Maduro durante la sesión de la Mesa de Trabajo para la Exportación, de la Conferencia Nacional de Paz, celebrada en Miraflores a principio del mes de diciembre, cuando afirmó: «La patria lo tiene todo para acceder al máximo nivel de desarrollo, para ir a la conquista de importantes mercados internacionales, con base en la producción nacional».
«Aquí solo exportamos petróleo, hemos hecho el intento y hemos mejorado, se logró posicionar un importante grupo de empresas venezolanas que comenzaban a penetrar algunos mercados internacionales, pero nos descuidamos y eso se desinfló. Estamos en los índices mínimos y tenemos que reconocerlo, por la falta de una conciencia real y una cultura sostenida en lo económico, para producir y exportar», insistió en aquella ocasión el mandatario al afirmar que pondrá todo el empeño, junto a su equipo de gobierno, para colocar esta idea «en la primera línea de trabajo del 2015, la tarea productiva exportadora, la conquista del mercado internacional».
En el camino quedan las amenazas e injerencias, el país ya no es colonia y no atiende preceptos foráneos, la consolidación del modelo productivo eficaz e independiente solo hará que el país preserve los principios que caracterizan su política internacional, siempre a favor de los intereses favorables al pueblo venezolano.
Por: Alejandro Montiel
Fotos: Prensa Presidencial
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