Vieja Pdvsa vendía el petróleo a Estados Unidos con 40% de descuento

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En 1986 comienza el desarrollo de la política de internacionalización de la vieja Pdvsa, una estrategia destinada a sacar del control estatal de nuestra República importantes activos de la industria, señaló Rafael Ramírez, ministro del Poder Popular de Petróleo y Minería y presidente de Pdvsa.

En el discurso de orden ante la Sesión Especial de la Asamblea Nacional, realizada con motivo al Centenario del Pozo Petrolero Zumaque Uno, Ramírez narró que la Vieja Pdvsa primero compró el circuito refinador de Ruhr Oël en Alemania y luego, de manera sistemática, adquirió el circuito refinador de Citgo en EEUU.

“Poco importaba a la vieja Pdvsa que estos circuitos refinadores no procesaran nunca grandes volúmenes de crudo venezolano, ni siquiera que operáramos esas refinerías”.

Como resultado, las empresas adquiridas por la vieja Pdvsa nunca dieron dividendos a la República, a su accionista. “El gran objetivo de esta política estaba cumplido, sacar del control del Estado, que se tambaleaba en medio de una severa crisis económica, política y social, activos valorados en más de 17 mil millones de dólares”, dijo.

El ministro expresó que uno de los hechos más aberrantes de esa estrategia de internacionalización de la vieja Pdvsa era que los activos adquiridos en el exterior se ofrecieron y convirtieron en prenda de garantía para que las empresas transnacionales norteamericanas volvieran a operar en el país, sobre todo las nuevas áreas de la Faja Petrolífera del Orinoco.

En términos económicos, explicó que para favorecer la internacionalización, la vieja Pdvsa estableció una política de descuentos en el precio del petróleo enviado al circuito refinador de Citgo.

Así, mientras el precio del petróleo en esos años estuvo alrededor de los 10 dólares por barril, se establecieron descuentos que llegaron hasta cuatro dólares el barril para el petróleo que se enviaba a la economía más poderosa del planeta.

“Este descuento sería equivalente hoy día con un precio de petróleo de 100 dólares el barril a descuento de 40 dólares por cada barril que se enviara de exportación. Esta política de descuentos traía, en consecuencia, inmensos sacrificios fiscales, donde dejaba de percibir la regalía correspondiente al valor del petróleo en el mercado internacional de hidrocarburos”.

“Este ha sido uno de los capítulos más tristes escrito por la meritocracia petrolera de la vieja Pdvsa, para favorecer su estrategia de internacionalización y transferir de manera directa riquezas de la Patria a la economía norteamericana”.

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Un inmenso plato de espagueti

En el fondo del Lago de Maracaibo existe un entramado de tuberías petroleras que colocadas una tras otra miden el equivalente a 3,5 veces el diámetro de la Tierra y superan en 5 mil kilómetros a la circunferencia de nuestro planeta.

“Tal vez en el Zulia es donde se registra con mayor intensidad la profunda huella de las transnacionales; la contaminación y el envenenamiento del Lago de Maracaibo”, expresó Rafael Ramírez, presidente de Pdvsa.

Dijo que las transnacionales perforaron en el Lago 16 mil pozos y tejieron más de 45 mil kilómetros de tubería. Una metáfora usada para describir la contaminación petrolera del reservorio de agua es la que señala que el Lago de Maracaibo es un inmenso plato de espaguetis.

Ramírez también dijo que otra impronta de las transnacionales fue el devastador incendio que acabó con la población que habitaba en los palafitos de Lagunillas de Agua, ocurrido el 13 de noviembre de 1932.

Otra huella dejada por las transnacionales fue las migraciones de miles de campesinos de los Andes, los llanos y otras regiones hacia Lagunillas, Tía Juana, Bachaquero, La Paz, Las Rosas, Lama, Cabimas, Mene Grande, Los Manueles, Boscán y Concepción.

Ciudad Caracas

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